La diplomacia vaticana ha recibido en la Santa Sede a una delegación venida de Venezuela enviadad por Juan Guaidó, el presidente interino del país que vive sumido una crisis económica y política como consecuencia de la gestión de Hugo Chavez primero y Nicolás Maduro ahora al frente de sus gobiernos.
Tras la visita el Vaticano expresó la necesidad urgente de que se encuentre una solución «justa y pacífica» en el país Latinoamericano. El mensaje fue visto como neutral, evitando posicionarse en favor de ninguna de las dos partes.
El Vaticano expresó su «profunda preocupación» y abogó por que «se encuentre urgentemente una solución justa y pacífica para 4poder superar la crisis, en el respeto de los derechos humanos y buscando el bien de todos los habitantes del país, evitando un derramamiento de sangre». El Vaticano está especialmente preocupado porque la situación no provoque víctimas ni en el régimen chavista ni en la oposición.
De esa manera se expresó en un comunicado el portavoz de la Santa Sede, Alessandro Gisotti. El mensaje ha sido considerado como muy parecido al dicho por el Papa en su viaja a Panamá por la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud.
El Vaticano, dispuesto a mediar
Gisotti ha explicado que la Iglesia está dispuesta a colaborar como mediadora en el conflicto. Algo que no le es ajeno a la institución, que ya lo ha hecho en múltiples ocasiones.
Precisamente el Papa Francisco señaló recientemente que es necesario cumplir gestos «facilitadores» para un acercamiento y para la mediación de la Iglesia. Lo dijo en el contexto en el que el líder chavista, Nicolás Maduro, pidió la intermediación en el conflicto del Vaticano.
Ahora, Gisotti ha señalado su disposición a mediar en un eventual diálogo entre las partes de la crisis en Venezuela, «si es que ambas se lo piden«, y ha evitado desconocer a Maduro o reconocer a Guaidó, ya que considera que un pronunciamiento de este tipo «haría daño».
La delegación de Guaidó se visitó en la Secretaría de Estado con el «número tres» que, precisamente, es también ciudadano venezolano Edgar Peña Parra.
Finalmente el portavoz Vaticanó concluyó que «ha sido reiterada la cercanía del Santo Padre y de la Santa Sede al pueblo venezolano, principalmente a aquellos que sufren».
La Iglesia en Venezuela, sufre
La relación entre el régimen chavista y la Iglesia venezolana no ha sido fácil. La Constitución de Venezuela inspirada por Chávez y aprobada en 1999, cita a Dios en la segunda línea del preámbulo (“El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios…”).
Maduro es de origen judío sefardí, pero también se declara cristiano. “Mientras enfrento pruebas cada vez más fuertes, soy cada vez más creyente porque Él me protege con su manto sagrado”, ha expresado en alguna ocasión.
Sin embargo, la relación de ambos mandatarios con la Iglesia ha sido compleja: “Nosotros somos los auténticos cristianos. Los obispos están apuñalando a Cristo”, ha afirmado también Maduro.
También los obispos venezolanos, tratando también de defender a los fieles han mostrado su desaprobación por la situación política de Venezuela y el daño causado a los venezolanos. La ambigüedad del régimen chavista, siempre presente.
