Los 27 socios de la Unión Europea han logrado un acuerdo este jueves, 21 de marzo, sobre la prórroga del Brexit hasta el 12 de abril, un plazo que se podría ampliar hasta el 22 de mayo si Westminster vota el acuerdo de retirada, que en principio estaba prevista para el 29 de marzo.
Al mismo tiempo, más de un millón de personas colapsaban la web del Parlamento británico pidiendo que se cancele la salida del Reino Unido de la UE y la campaña de un segundo referéndum convocaba una manifestación en Londres para este sábado.
Ante el actual desbarajuste del Brexit, cabe que recordar que una de las principales motivaciones de quienes votaron en el referéndum de 2016 abandonar la UE era reducir la cifra de inmigrantes que llega cada año al Reino Unido.
De hecho, Theresa May ha recurrido durante todo el proceso al argumento de la denominada “inmigración neta”, es decir la diferencia entre el número de migrantes que llegan al país frente al número de los que lo abandonan.
Sin embargo, a las puertas del Brexit, la mayoría de los británicos considera que los inmigrantes fortalecen su país, según un estudio del Pew Research Center publicado el pasado 14 de marzo.
El informe ‘Around the World, More Say Immigrants Are a Strength Than a Burden’ (‘Alrededor del mundo, la mayoría dice que los inmigrantes son más una fuerza que una carga’) constata que, en 11 de los 18 principales países de destino de inmigrantes, la mayor parte de los encuestados afirma que la inmigración hace más fuerte a su país.
Además, el estudio destaca que en España, Reino Unido y Francia los inmigrantes son ahora más aceptados que en 2014. En sentido contrario, Grecia, Alemania, Italia y Polonia los rechazaba más en 2018 que cuatro años antes.
Los inmigrantes, una fuerza más que una carga
Los 18 países analizados por este centro de investigación “contienen más de la mitad (51%) de la población migrante del mundo”, es decir “unos 127 millones de personas, según los cálculos de Naciones Unidas y de la Oficina del Censo de los Estados Unidos”, cita el informe.
Como se puede ver a la derecha del siguiente doble gráfico, reproducido a partir del estudio, Estados Unidos (44,41 millones de inmigrantes); Alemania (12,17 millones); Rusia (11,65); Reino Unido (8,84); Francia (7,90); Canadá (7,86), Australia (7,04); España (5,95); e Italia (5,91 millones), encabezan el ranking de la población mundial de inmigrantes.
Asimismo, la parte izquierda del gráfico muestra como “la mitad o más en muchos países de destino ven a los inmigrantes como una fuerza”.
“Entre ellos se encuentran algunos de los países receptores de migrantes más grandes del mundo: Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá y Australia (cada uno albergaba a más de 7 millones de inmigrantes en 2017)”, resume el informe.
Estos son los porcentajes de encuestados en los diferentes países que consideran la inmigración más como una fuerza que como una carga: Canadá (68%); Australia (64%); Reino Unido y Suecia (62%); Japón, Estados Unidos y Alemania (59%); México (57%); España y Francia (56%); y en Holanda, un 50%, frente a un 42% que los considera una carga.
“En contraste, las mayorías en los cinco países encuestados (Hungría, Grecia, Sudáfrica, Rusia e Israel) ven a los inmigrantes como una carga para sus países. Con la excepción de Rusia, estos países tienen cada uno menos de 5 millones de inmigrantes”, agrega el informe.
“En Italia y Polonia, la mayoría dice que los inmigrantes son una carga, mientras que las partes sustanciales en estos países no se inclinan de una manera u otra (31% y 20% respectivamente)”, concluye el estudio en este apartado.
Los inmigrantes, más aceptados que en 2014
El estudio también muestra qué evolución han seguido “las opiniones sobre el impacto de los inmigrantes” en siete países de los analizados sobre los que tienen datos entre 2014 y 2018, como se ve en esta tabla.
Así, en Grecia, el 19% consideraba en 2014 que los inmigrantes “fortalecían a su país debido a su trabajo y talento”; pero cuatro años después ese porcentaje se había reducido al 10% (-9 puntos porcentuales).
En Alemania se pasaba del 66% al 59%; y en Italia del 19% al 12%, es decir en ambos casos 7 puntos menos. Y en Polonia, del 24% al 21% (3 puntos porcentuales menos).
Sin embargo, en España se pasó del 47% que en 2014 afirmaba que los inmigrantes fortalecían a su país al 56% cuatro años más tarde (+ 9 puntos porcentuales. Y otro tanto sucedía en Reino Unido, que aumentaba 10 puntos (52%-62%); y en Francia, con 11 puntos más (45%-56%).
Así lo resume el estudio: “en Grecia, Alemania e Italia, tres países que experimentaron grandes volúmenes de llegadas, la proporción de adultos que dicen que los inmigrantes hacen que sus países sean más fuertes disminuyó significativamente”.
“En contraste, la opinión pública cambió en la dirección opuesta en Francia, Reino Unido y España, países encuestados que recibieron menos solicitantes de asilo en 2015”, añade.
Los inmigrantes, ¿se adaptan o quieren ser distintos?
Otra cuestión que plantea el estudio del Pew Research Center tiene que ver con la voluntad de integración de los inmigrantes al país que los recibe.
En ese sentido, “las actitudes son variadas respecto a la disposición de los inmigrantes a adoptar las costumbres del país de destino o el deseo de diferenciarse de su sociedad”, dice el informe.
“Una media del 49% entre los países encuestados dice que los inmigrantes quieren diferenciarse de la sociedad del país anfitrión, mientras que una media del 45% dice que los inmigrantes quieren adoptar las costumbres y el estilo de vida” de ese país, como muestra este otro cuadro.
En seis países de destino, Japón (75%), México (57%), Sudáfrica (55%), Estados Unidos (54%), Suecia y Francia (51%), la mayoría de encuestados opinan que “los inmigrantes quieren adoptar las costumbres y el modo de vida del país anfitrión”.
“Japón es un caso atípico: una gran mayoría dice que los inmigrantes quieren adoptar las costumbres y el estilo de vida del país. Este país, cuyo envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad hacen que la inmigración sea relevante para el crecimiento de su población, recientemente ha cambiado sus políticas para atraer a más extranjeros”, añade el informe.
También tienen una visión favorable de los inmigrantes en esta cuestión, aunque con menor diferencia respecto a los que opinan que “los inmigrantes quieren ser distintos”, Países Bajos (49% frente al 45%) y Canadá (48%-47%).
“En contraste, en ocho países de destino: Hungría (66%), Rusia (64%), Grecia (63%), Italia (61%), Alemania (58%), Polonia (52%), Israel (51%) y Australia (51%), más personas dicen que los inmigrantes quieren ser distintos de los que dicen que están dispuestos a adoptar las costumbres del país anfitrión”.
También participan de esta opinión, aunque en menor medida, Reino Unido (46%-43%) y España (50%-46%.
“En muchos países encuestados, los adultos más jóvenes, los que tienen niveles más altos de educación y los que están a la izquierda del espectro político generalmente tienen más probabilidades de decir que los inmigrantes están adoptando las costumbres y el estilo de vida del país”, concluye el estudio.
