El Teléfono de la Esperanza que ofrece escucha y acogida a las persones que atraviesan una crisis atendió 1.974 llamadas de temática suicida un 30% más respecto al año anterior. En total recibió 113.410 llamadas de distintas temáticas en 2018, un 2,57% más respecto al año anterior.
Las llamadas las realizaron un 60% mujeres y un 40% hombres, y la gran mayoría estaban motivadas por problemas psicológicos y psiquiátricos, en concreto el 75,36%. Los problemas relacionales o familiares representaron el 20,72% de las llamadas.
Las temáticas más comunes de las llamadas fueron los problemas mentales (16%), la soledad y el aislamiento (11%), la depresión (8%), los trastornos de ansiedad (8%) y la crisis vital (3%). Por edades, el 27,48% eran personas de entre 46 y 55 años, el 23,51% de entre 56 y 65, y el 22,9% de entre 66 y 75 años.
Este registro muestra bien a las claras la gravedad del suicidio en España que crece sin que se adopten medidas de prevención por parte del gobierno español y de los gobiernos autonómicos y locales. El 75% de los suicidas son hombres. Contrasta esta falta de atención mediática, política y de recursos a pesar del elevado y creciente número de víctimas, con la concentración de medios, incluido un pacto de estado, que registra la violencia de género.
Los más de mil voluntarios del servicio de ayuda por teléfono emplearon un total de 26.870 horas de escucha activa durante 2018, lo que incrementa un 12% las horas del año anterior. El Teléfono de la Esperanza fue creado en 1971 en Sevilla, impulsado por Serafín Madrid.
La media de duración de cada llamada fue de 16,46 minutos, y el 78% abordaron “situaciones graves”, según esta organización.
