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La Sagrada Família se prepara para restaurar la fachada del Nacimiento, la más antigua

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La Sagrada Família es un edificio en continua construcción y también restauración. El trasiego de operarios puertas adentro, no por donde circulan los millones de visitantes con ganas de admirar la arquitectura de la basílica, es continuo para llegar al 2026 con las obras acabadas, a falta de finalizar la fachada de la Glòria y el paseo que debe llegar hasta la Diagonal, que requiere de un acuerdo con el Ayuntamiento y con los vecinos del bloque que se encuentra enfrente. Los trabajos se concentran en alzar las cuatro torres de los Evangelistas, la de la Maria y la de Jesús, que deberán alcanzar el cielo de Barcelona hasta convertir la basílica en el edificio más alto de la ciudad, pero en paralelo los responsables del templo han empezado a proyectar la futura rehabilitación de la fachada más antigua, la del Nacimiento. Los trabajos para determinar el estado del pórtico se están haciendo con las técnicas más modernas –escáner, fotogrametría, escaladores, grúas con cámaras integradas– con las que se encara una importante restauración que obligará a mantener durante al menos dos años esta portada cubierta por andamios en diferentes fases. Una renovación que irá más allá de limpiar la piedra.

Lo cierto es que el paso del tiempo ha hecho mella en este pórtico que empezó a construirse en 1892 y que ha estado durante más años expuesto a las inclemencias del tiempo. Los cuatro campanarios que coronan la fachada se acabaron en 1930 y durante 80 años el pórtico estuvo a la intemperie ya que el templo no se cubrió en su totalidad hasta el 2010. De ahí que hace tres años empezara a planificarse ya la restauración de la portada escultórica que explica el nacimiento e infancia de Jesús.

Antoni Gaudí tenía 41 años cuando gestó la fachada del Nacimiento

Josep Maria Tarragona i Clarasó desarrolla en la biografía Gaudí, el arquitecto de la Sagrada Família, el proceso creativo en el diseño de esta portada que está declarada patrimonio mundial por la Unesco. “Antoni Gaudí tenía 41 años cuando gestó la fachada del Nacimiento. Fue uno de los momentos sublimes de la historia del arte en el que, según la frase del propio Gaudí, el espíritu vence a la material. Y de gran heroísmo por su parte: en estos mese de fiebre adelgazó; no veía ni hablaba con nadie, absorto en su mundo interior”, explica. El resultado de esta obsesión artística es una fachada con un pesebre de piedra y donde la naturaleza y las constelaciones son las protagonistas de los motivos escultóricos.

El arquitecto adjunto de la Sagrada Família, David Puig, explica que llevan meses trabajando en un plan director, un reconocimiento extensivo para detectar posibles patologías, estructurales o pequeñas grietas. La conclusión de estos primeros trabajos es que el pórtico está en “buen estado de conservación”, señala.

La piedra de Montjuïc que cubre la fachada es resistente, no lo es tanto la de Vilafranca, el material que se utilizó para el interior de la portada. En paralelo, se está aprovechando este análisis minucioso de la portada para elaborar el alzado y las secciones de la fachada utilizando las nuevas tecnologías. Los planos originales se quemaron en 1936 y años después los arquitectos discípulos y continuadores de la obra de Gaudí elaboraron un estudio completo y detallado que, según Puig, resulta ahora insuficiente para continuar con los trabajos de construcción de las torres más altas que coronarán el templo.

Para analizar el estado de la basílica y estudiar las posibles patologías que después serán determinantes en el proceso de restauración se han realizado alzamientos topográficos y fotogramétricos y se ha escaneado la fachada. También se ha evaluado el interior del pórtico, que estuvo durante muchos años expuesto a las inclemencias del tiempo y que ya se rehabilitó durante los trabajos de cobertura del templo en el 2010. Estas labores se han hecho en colaboración con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). El estudio ya ha finalizado y ahora hay que ordenar toda la información obtenida tras escanear toda la fachada y tomar miles de fotografías.

Durante estas labores se han empleado las enormes grúas que se utilizan en la construcción del templo, de las que se han colgado potentes cámaras fotográficas que han permitido tomar imágenes de todos los rincones. También se ha pedido permiso a las comunidades de bloques de viviendas próximos al templo para escanear desde los terrados la fachada, y además grupos de técnicos “escaladores” han recorrido para tomar muestras minuciosas de la piedra. Estas se analizan ahora en el laboratorio.

“Con la combinación de todas estas técnicas se puede obtener una imagen tridimensional de la fachada de gran realismo y exactitud”, apunta Puig. Una representación detallada con una precisión de cinco milímetros para el conjunto de la fachada y de dos milímetros para las terminales que rematan la torre.

El estudio ha arrojado nuevos detalles desconocidos de la fachada del Nacimiento. David Puig explica que, después de ver de cerca y analizar la cobertura de los campanarios, se ha podido determinar que, además de vidrio Orsoni de color verde, también se utilizó otro más convencional, probablemente procedente de botellas de cava. Además, se ha detectado presencia de hormigón en la parte superior, a pesar de que mayoritariamente la fachada está construida en piedra.

Otra de las curiosidades tienen como protagonista a las singulares tortugas de tierra y de mar –una en el lado montaña y otra en el lado litoral– que forman la base de las dos columnas que están situadas entre los tres portales escultóricos de la fachada. Puig explica que gracias a los trabajos se ha descubierto que la boca abierta de los galápagos forma parte de los bajantes que desaguan el agua de lluvia. En su parte superior, explica Puig, “estaban taponados por obras posteriores y nosotros veíamos cómo de la parte superior de la columna rebasaba el agua cuando llovía”. “No entendíamos muy bien qué pasaba, hasta que descubrimos que las propias columnas son los bajantes”, apunta.

Las obras de restauración no tienen aún fecha de inicio, pero no se quieren demorar mucho. Deberán compatibilizarse con la construcción final del templo. Antes habrá que pedir permiso a la Generalitat, ya que la fachada está protegida.

Los trabajos que se han llevado a cabo durante años y que finalizan en breve determinarán el tipo de restauración que se llevará a cabo y qué técnicas deberán utilizarse. Todo para que, en el 2026, la Sagrada Família luzca completamente renovada.

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