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Los pequeños milagros corrientes

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¿Existen los milagros pequeños y corrientes? En sentido estricto no existen. Ni para mí ni para Vds. ni para nadie. Un milagro es un hecho que trasciende la lógica de la naturaleza por intervención divina directa en un determinado momento de tiempo y lugar. ¿Los hay grandes, medianos y pequeños? Si son milagros todos son grandes pero su magnitud se aprecia de modos distintos. Por ejemplo, un notable premio de lotería en cualquiera de sus formas de juego, no siendo un milagro en sí, puede ser constituyente de milagro. En un momento dado alguien recibe un premio en situación económica o laboral límite sin visos de solución. Si la persona agraciada es agradecida y además es creyente lo atribuirá a un milagro en su vida. Incluso esto puede propiciar una conversión o mayor acercamiento a la piedad.

El calificativo de magnitud lo otorga la persona agraciada, el círculo de personas que la rodea y la misma jerarquía eclesial. Así sucede con las curaciones en el transcurso de los siglos. En el Santuario de Lourdes se han producido milagros en la salud con curaciones humanamente inexplicables, incluso por los médicos. Ahora bien, existen los pequeños milagros que nunca aparecerán en una relación. Les voy a plasmar unas líneas que he recibido recientemente de persona amiga. Omito nombres concretos. Se expresan en ellas gratitud a la gracia divina. Extraigan Vds. sus propias conclusiones. Es un pequeño milagro en la salud de mi amigo con invocación previa a un sacerdote familiar y mártir. El texto no es mío. Es suyo. La fotografía me la pasó él por WhatsApp. No la he encontrado en el busca. Se la pedí yo a continuación. Ahora ya es localizable en internet. Un colaborador de Forum Libertas la ha publicado. La ha publicado sin el pie de foto para que el ancho sea igual o superior al alto. Pie de foto que dice D. José Navarra Duran “el tío cura”

 

<<El 7 de octubre de 1936 un grupo de milicianos de la Seu d’Urgell, sacaron de su casa a un anciano sacerdote de 71 años, para darle muerte tres días más tarde.

Llegado el momento, Don José, que así se llamaba el sacerdote, pidió ser el último en ser ejecutado para poder ir dando auxilio espiritual a todos sus compañeros de martirio. Así le fue concedido y así lo hizo.

Pues bien, este sacerdote era el Rvdo P. D. JOSÉ NAVARRA DURAN, beneficiario de la Catedral de la Seu d’Urgell, hermano de mi bisabuelo, al que familiarmente le llamamos «el tío cura».

X, mi mujer, me expresó el deseo de ir un día a la Seu d’Urgell a visitar y rezar ante la tumba del «tío cura».

Decidimos visitar dicho lugar este pasado sábado 26 de enero, aprovechando las mini vacaciones de una semana que X se había reservado por si llegaba mi trasplante. Y cómo el riñón no llegaba y el tiempo límite para hacer dichas vacaciones se terminaba, pensamos que era el momento adecuado para ir a ver la sepultura del «tío cura» mártir.

Allí rezamos un rosario y un responso. Terminados ambos, le hicimos una serie de peticiones al «tío cura» entre las que a X se le ocurrió pedirle un riñón para mí. Antes de tres horas, ya de vuelta a casa, nos llamaban del hospital  Y para comunicarnos que había el riñón de un donante para mí y que acudiéramos lo más rápidamente posible para iniciar las pruebas de idoneidad para el trasplante.

Después de tres años en lista de espera, por fin llegó el tan esperado riñón y encima pudimos disponer de los días reservados por X para poder acompañarme durante mi hospitalización.

Yo no soy quién para hablar de milagros, ni tengo autoridad para ello. Pero sí estoy seguro de que esta gracia recibida se trata, cuanto menos, de una «casualidad» sospechosa.

Os lo cuento porque me siento con el deber de ser agradecido y de dar testimonio de ello.

Alabado sea el Señor.>>

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • Francesc Martínez Porcell
    8 febrero, 2019 15:42

    Si la cosa no ha cambiado, los dias de vacaciones no realizados en un determinado ejercicio pueden disfrutarse en los primeros dias del ejercicio siguiente. Es lo que ha hecho X, esposa de mi amigo.

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