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Vivir a contracorriente

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Vivir a contracorriente no es lo mismo que ir (nadando o remando) a contracorriente. Esto segundo implica actuar en sentido contrario. Pero ¿viviendo conscientemente este modo concreto de actuar sin alternativas de elección? Este es el quid de la cuestión. Para vivir nuestras vidas con plenitud no basta con actuar. Es preciso vivir (antes, durante y después) con actualidad de presente esta actuación. El devenir de nuestras vidas nos coloca contra las cuerdas en muchos momentos. Aparecen en ellas los vulgarmente conocidos como marrones. Se debe distinguir bien una pega de un marrón. Los marrones son cruces en nuestras vidas. Las pegas son inconvenientes que la vida depara a todo mortal. Si entrenamos la asunción y superación de pegas nos preparamos ante los marrones.

 

Se va a contracorriente, o mejor dicho se dice que se va, por consecuencia identitaria con aquello que somos o creemos que somos. En voz alta o en silencio apelamos a los propios principios. Apelamos al querer es poder. Nuestros quereres, por muy bienintencionados que sean, no siempre pueden. Cuando no pueden suele pasar que nos rajamos al vernos superados. Entonces suelen producirse los desánimos. Que quede claro que a mí también me sucede. Me pasa a mí como les pasa a Vds. por identificar el ir con el vivir. Se vive en tiempo presente como el árbol hunde sus raíces en tierra por más solitario que esté. Como el monje en su cenobio por más minoritario que sea.

 

Cuando se vive se vive siempre al margen de la moda vigente en el prójimo cercano o distante. Por esta razón mi aserto del vivir a contracorriente. La persona que vive es la que vive y deja vivir, pues centra su vida en su propia existencia consciente. Las modas y los criterios mayoritarios no guardan relación con su propia vida. En términos psicológicos esto que digo es tener personalidad. Cuando ésta existe y se subordina a la Palabra de Dios y a las directrices del Magisterio docente de la Iglesia de Nuestro Señor, este vivir a contracorriente es una manifestación clara de la libertad y un ejemplo de vida para los demás.

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