Tras la muerte en trágicas circunstancias de su hijo Frank, Thomas Turner, psiquiatra de profesión, atraviesa por momentos difíciles. Abandonado por su esposa, que le culpa de su muerte, busca refugio en la bebida. Pierde su trabajo, reputación y amigos. Abandonado por todos se desea la muerte. Adolfo, un antiguo compañero de universidad, le ofrece trabajar en el hospital que dirige a las afueras de Madrid. Aunque éste no es la persona más recomendable, Thomas se ve obligado a aceptar sus condiciones. Allí conocerá a Santi, de quien pronto se hará amigo inseparable y se convertirá en su mejor consejero.