"Los directivos de la casa (el director general, el director comercial, el director de marketing, el director financiero y yo mismo, entre otros) veníamos hablando de esto desde hace años. El empujón definitivo para tomar la decisión nos lo ha dado el Congreso de los Diputados, que ayer 20 de febrero de 2007, al tiempo que se oponía a que la prostitución sea un trabajo legal, nos instaba a los medios de comunicación a que suprimamos los anuncios de contactos sexuales. Ha sido una decisión empresarial difícil y una decisión profesional y ética muy sencilla."
En el año 2003, The International Herald Tribune anunció ampliamente que en adelante no publicaría más anuncios de prostitución porque ello iba “contra los estándares y valores” de la empresa editora del rotativo.
El mismo año, Marjorie Scardino, una directiva del Grupo Pearson, editor de publicaciones tan importantes como Finantial Times y The Economist expresó su asombro por el hecho de que la prensa española considerada “de calidad” publicara anuncios de prostitución. En Europa, estos anuncios no salen en prensa "seria" sino solo en los tabloides amarillistas.
Más del 60 por ciento de los clasificados o anuncios por palabras de las ediciones diarias de publicaciones como El País, La Vanguardia, El Mundo, El Periódico, ABC o La Razón están destinados a contactos sexuales. Según un estudio de El Confidencia Digital, el diario El País lleva del orden de 800-900 anuncios diarios de este tipo, El Mundo unos 800, El Periódico 600, La Vanguardia 500, ABC 400 y La Razón 250.
El 24 de noviembre de 2005, el semanario Alba publicaba un informe sobre los ingresos por anuncios de prostitución en los principales diarios españoles. El País es quien se lleva la palma, con unos cinco millones de euros anuales, pero a poca distancia le van a la zaga otros diarios. A nadie parece importarle que al menos el 85% de las mujeres prostitutas lo sean forzadas, según estimaciones de la policía española.