La profesora Karen King anunció recientemente haber identificado el primer texto antiguo que cita a Jesucristo aludiendo a su mujer. “Jesús les dijo: ‘Mi esposa’…”, se lee en el fragmento de papiro escrito en el lenguaje de los cristianos primitivos y supuestamente fechado en el siglo IV.
El documento, un pedazo borroso, más pequeño que una tarjeta de crédito, con ocho líneas escritas en tinta negra, pueden ser leídas con la ayuda de un lente de aumento. Justo debajo de la línea sobre la esposa de Jesús, el papiro contiene otra frase provocadora que dice “ella podrá ser mi discípulo”.
El origen del papiro es un misterio y su dueño pidió permanecer en el anonimato. Hasta el momento, la profesora King ha mostrado el fragmento sólo a un pequeño y selecto grupo de expertos en lengua y papiros coptos.
A partir de este presunto hallazgo, la doctora ha montado un discurso basándose en la ya famosa línea de este texto. Este discurso le permite hacer dos afirmaciones, una pretendidamente “histórica” y otra, una transposición de la realidad. La pretendidamente histórica es que esta línea de este texto del siglo IV de origen desconocido, y que su autenticidad no ha sido verificada (no se está seguro de que sea del siglo IV) le permite decir que ya existía un debate entre los primeros cristianos sobre si se casó o no Jesús. Y la transposición que hace, la cual es digna de las más grandes de las sospechas, es que esto demostraría que
Las objeciones en forma de reacción que se han ido dando posteriormente de los expertos de diferentes especialidades son:
1.- Especialistas de fuentes testamentarias: consideran que no hay ningún elemento que permita en estos momentos afirmar la veracidad del texto. Consideran que antes de hacer una afirmación tan temeraria lo primero que se tenía que haber contemplado es la datación real y el origen. Y a partir de aquí empezar a hablar.
2.- Especialistas de dataciones históricas: argumentan que es un texto supuestamente del siglo IV, que constituye una única citación conocida sobre el presunto ‘debate’, cómo se puede presumir, por lo tanto, que esto era lo que hablaban los cristianos del siglo I y II. Como mucho lo que se puede decir, en términos objetivos, es que una persona lo escribió, pero de ahí no se puede derivar que hubiera un debate extendido en el colectivo cristianos.
3.- Especialistas en evangelios: como el texto es tan corto no se permite ver la afirmación en su pleno contexto, pero hay que recordar que entre los cristianos la idea del esposorio se ha citado no en un sentido literal, sino en un sentido espiritual. Por ejemplo, cuando se hace referencia a la esposa de Cristo que es
4.- Los especialistas historiadores: no hay ni una sola línea en los textos primitivos y posteriores que describa ningún tipo de debate en este sentido. En algún lugar debería haber aparecido si fuera cierto. Cabe recordar que ha habido numerosos debates en la historia de
En definitiva todo apunta a una importante faltade rigor que descalificaría por sí mismo el presunto hallazgo de la doctora.
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