El negocio de los vientres de alquiler
Detrás de la renta o préstamo de vientres para gestar a un hijo, se esconde la explotación sexual con fines reproductivos que permite ingresos millonarios a delincuentes a costa de una flagrante violación a los derechos humanos de las mujeres y de sus hijos, denunció en México la senadora Rosa Adriana Díaz Lizama.
Y es que en una reciente sesión del Senado del país norteamericano se presentó un acuerdo en el que se exhorta a los gobernadores y congresos de los estados de Coahuila, Sinaloa y Tabasco, así como al Jefe de Gobierno del Distrito Federal y su correspondiente Asamblea Legislativa para eliminar o abstenerse de aprobar leyes como la de la Explotación de Mujeres con Fines Reproductivos (ESFR).
Díaz Lizama solicitó brindar educación de calidad, capacitación y oportunidades laborales que sirvan para el desarrollo y dignificación de las mujeres de sus respectivas entidades, “en lugar de exponerlas a la Explotación Sexual con Fines Reproductivos (ESFR)”.
La senadora detalló que la ESFR, también llamada gestación subrogada o vientres de alquiler, es una realidad que se esconde a la vista de todos. “Oculta tras un velo de supuesto altruismo y escudándose en un imaginario derecho a la maternidad, florece una industria millonaria dedicada a rentar mujeres como pie de cría y a traficar bebés tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales”.
Asimismo, dijo la legisladora por el estado de Yucatán, la Organización Internacional para las Migraciones en dos estudios sobre la trata de personas en México, uno de ellos en colaboración con el Departamento de Estado de los Estados Unidos, y el otro en colaboración con la Organización de Estados Americanos, el Instituto Nacional de Migración, el Instituto Nacional de las Mujeres y la Comisión Interamericana de Mujeres- editados en 2006 y 2011-, reconocen la trata de personas con fines reproductivos, particularmente cuando las víctimas sean forzadas, engañadas o presionadas a “rentar” o “prestar” sus vientres para gestar los hijos de parejas adineradas.
Europa sostiene que “es una objetivación de los niños”
En tanto, el Comité para los Derechos de las Mujeres y la Equidad de Género del Parlamento Europeo dijo en un informe el año pasado, que “la maternidad subrogada constituye una objetivación tanto de los cuerpos de las mujeres como de los niños, y representa una amenaza a la integridad corporal y a los derechos humanos de las mujeres”.
Pese a este panorama que afecta a la mujer y a sus hijos, alertó Díaz Lizama que el Congreso de Coahuila y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal han presentado iniciativas para legalizar los vientres de alquiler.
En Tabasco –donde ya es legal– se ha reconocido que el experimento social emprendido hace 17 años ha fracasado y se evalúa modificar el marco jurídico ya que las mujeres de ese estado están en grave riesgo de ser explotadas por clínicas, intermediarios o las propias parejas que aprovechándose de la mínima regulación pactan condiciones sumamente lesivas e incluso llegan a incumplir acuerdos cuando el hijo gestado no cumple con las expectativas de los solicitantes.
Un debate en la sociedad mexicana
Diversas voces de la sociedad mexicana se han alzado contra la iniciativa, incluso desde el feminismo. Es el caso de la activista mexicana de derechos humanos de las mujeres Lydia Cacho, que publicaba recientemente un artículo titulado ‘Úteros en alquiler’ en el que denunciaba que la legalización de esa práctica comportaba un hecho evidente: que las mujeres ricas accederían a ese “servicio” y las mujeres pobres serían esos cuerpos objetivizados que surtirían el negocio de los niños concebidos por vientres de alquiler.
En México, empresas como Cefam ya se lucran con este negocio oculto tras un mensaje de ayuda y atención a la mujer.
RT @forumlibertas: México debate la aprobación de los vientres de alquiler https://t.co/q5gfM7aUTm
En algún momento a partir de la segunda guerra mundial al igual que un paradigma, el concepto y el objeto de la participación de la mujer en la comunidad de los “seres humanos” se trastocó al buscar su participación en las funciones y actividades de su congénere en la vida en “sociedad” y a absorber y/o desplazar al hombre de sus funciones. Tal vez por la pérdida de tantos millones de hombres en las guerras; Tal vez al intentar equivocadamente “rescatarla” de la condición extrema del trato “inhumano” de su pareja en sociedad, se le empezaron a “descubrir cualidades” para su participación en áreas que tradicionalmente habían sido privativas de su congénere el hombre, con lo cual algunas de las funciones preponderantemente privativas de su condición como mujeres se fueron relegando a un “segundo plano”, con el cual “EL OFICIO DE MAMA” se ha satirizado al extremo de “subrogar o alquilar” la función primordial de la existencia del ser humano como lo es “La concepción y gestación de un nuevo ser a su imagen y semejanza”.
Sería cuestión de un análisis objetivo de esta “deshumanización” y los efectos que esto ha acarreado a nuestra sociedad al procrear hijos “SIN MADRE”, no solo por no nacer del vientre de sus “progenitores” sino por la insistencia obsesiva y paradójica de modificar las funciones de la mujer en la procreación, por actividades PRODUCTIVAS”, ” COMPETITIVAS”, “CAPACES”, ” DE IGUALDAD DE GENERO”, “DE DERECHOS HUMANOS” , “LIBERACION DE LA MUJER”, confundiéndola con una ACTITUD MISOGINA del hombre en sociedad y desencadenando “Efectos secundarios” en las nuevas generaciones; tales como son los Trastornos Psicológicos contundentes en aumento, INADAPTACION al medio ambiente, DESPRECIO por los VALORES en familia y en sociedad, Incremento de la DELINCUENCIA, DESPRECIO por la VIDA humana y todo aquello que viene aparejado con la tendencia de minimizar o despreciar PRINCIPAL FUNCION que tiene la mujer para con su “prole” al procrear, proteger, EDUCAR e inculcarle los conocimientos mínimos básicos para que pueda crecer y desarrollarse como un nuevo ser de su especie.
P.D. Hay que DIGNIFICAR el OFICIO de MAMA para “SEMBRAR” los Valores Fundamentales que se han perdido.
Nota: “EDUCAR” no debe confundirse con el “CONOCIMIENTO” que se recibe en las escuelas