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Monseñor Borràs, vicario del Opus Dei en Sudáfrica: “Dando la vuelta a Sudáfrica das la vuelta a África”

Entrevistas

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Monseñor Anton Borràs Cabaces nació en Reus, Tarragona, en 1960 y es ingeniero industrial por la UPC, Universitat Politècnica de Catalunya. Después de varios años como director del Col·legi Major Pedralbes en Barcelona, marchó a Roma para completar sus estudios de teología. Fue ordenado sacerdote del clero de la Prelatura en setiembre de 1999. Poco más tarde obtuvo el doctorado en filosofía en “Historia de las ideas en la política”, por la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma.

Además de sus responsabilidades como vicario del Opus Dei en Sudáfrica, Father Anton Borras desarrolla su actividad apostólica en el área de Johannesburgo, ejerciendo la dirección espiritual de las almas, dando clases, predicando ejercicios espirituales y en viajes apostólicos frecuentes a otras ciudades de Sudáfrica.
Mantenemos esta conversación por videoconferencia, junto a su mesa de trabajo en su casa de Johannesburgo.
Extensión de la labor del Opus Dei en África
¿Qué hace el Opus Dei por África?
El Opus Dei hace por África lo que hace en todo el mundo, en concreto lo que hace es elevar el nivel espiritual y el nivel humano allí donde se encuentra presente. Elevar el tono espiritual entendemos bien qué significa. Pero elevar el tono humano quiere decir desarrollar al máximo el potencial de la persona y fomentar la conciencia que todas las personas son iguales en dignidad porque son hijos de Dios. Y esto es lo que quiere decir elevar el tono humano. Potenciar la persona.
¿En qué países de África desarrolla su labor apostólica el Opus Dei?
En la consulta de Pediatría de Abigdala Center
en la región de Ugundu State, República Democrática del Congo
La Obra está en países de habla inglesa, como Sudáfrica, Kenia – desde Kenia se realizan viajes a Tanzania-, Uganda -desde la cual se hacen viajes aRuanda-, Nigeria -desde Nigeria viajamos a Ghana; también en países de habla francesa como Congo, Camerún y Costa de Marfil. Nosotros mismos, desde Sudáfrica vamos a Botswana y a Swazilandia; o sea que estamos llegando a bastantes sitios.
En países como Kenia y Nigeria la labor está bastante desarrollada; tienen obras corporativas con mucha tradición: Kenia tiene universidad como Strathmore University; Nigeria tiene la Universidad Pan Atlantic University; en Costa de Marfil también están poniendo en marcha una universidad. Tanto en Nigeria como en Kenia la Obra tiene escuelas de negocios reconocidas en Sudáfrica y en Europa; fueron apoyados por el IESE de la Universidad de Navarra en los comienzos y ahora ya tienen solera y peso específico propio: en Lagos está la Lagos Business School, y en Nairobi la Strathmore Business School. Las dos tienen contactos con las escuelas de negocios más importantes de Sudáfrica. En resumen, que la Obra tiene una presencia estable en África.
“Como los fines del Opus Dei son exclusivamente espirituales las actividades que organiza son también de índole espiritual”
¿Cuándo inició la labor estable del Opus Dei en Sudáfrica? Y, ¿Hay algún rasgo que perfile la labor apostólica en este país singular? A veces se habla del continente africano como si fuera un país y cada país africano sería como una ciudad grande. A veces hablamos de Londres, Berlín y África…
El primer centro del Opus Dei en Sudáfrica fue erigido en el año 1998. Vinieron a Johannesburgo un portugués, dos nigerianos, un brasileño y dos españoles. Una combinación muy interesante. En el 2006, el Arzobispo de Johannesburgo confió una parroquia a sacerdotes de la Prelatura, la Mater Dolorosa. Eso facilita que la gente oiga hablar del Opus Dei.
Como los fines del Opus Dei son exclusivamente espirituales las actividades que el Opus Dei organiza son de índole espiritual como charlas, seminarios, jornadas de reflexión, retiros, etc. Además algunos fieles del Opus Dei junto con cooperadores y amigos llevan a cabo proyectos sociales en Soweto, y en Mamelodi; Soweto es parte del gran Johannesburgo, Mamelodi es un “township” a las afueras de Pretoria: son lugares con mucha población y necesidades de todo tipo. Los programas que actualmente están impartiendo son clases en horario extraescolar de matemáticas, inglés y química aplicada a muchachos del décimo año que van de 15 a 16 años. Son programas integrados donde se incluyen también clases sobre virtudes humanas y Catequesis. La formación humana que se intenta transmitir toca puntos como la honradez, la sinceridad, aprender a presentarse con dignidad en el vestir, en los modos, cuidado del aseo personal, etc.
Otra actividad promovida por miembros del Opus Dei han sido los campos de trabajo. Hace dos meses, más de cincuenta chicos que terminaron el bachillerato y empiezan la universidad del colegio Retamar de Madrid han llevado a cabo un proyecto muy interesante. Se construyó un orfanato en Barkley East, provincia de Aliwal North, Easter Cape. Estuvieron ahí 20 días. Además de las tareas de construcción, como el contingente humano era elevado, aprovecharon para limpiar casas, pintar, adecentar casas para gente que no pueden hacerlo por sí mismos. Esta zona de África tiene un índice de HIV elevadísimo y la mayoría de los niños huérfanos son portadores del virus.
Usted fue miembro Delegado del Consejo del Prelado del Opus Dei simultáneamente para Canadá y Australia ¿Esto le preparó para África? O bien, ¿África le sorprendió?
El Consejo del Prelado está en Roma, donde hay una Comisión permanente; y después algunos miembros del Consejo viven en distintos países y viajan regularmente a Roma pues pertenecen al órgano de gobierno central de la Obra, y también al órgano de gobierno del país en el que viven. Son como un enlace entre Roma y el país en cuestión. Por supuesto que estos cargos me prepararon, y quizá me preparó especialmente el haber trabajado en Australia. Sudáfrica mira mucho hacia Australia y Australia mira hacia Sudáfrica. Antes de venir a Johannesburgo ya tenía muchos amigos de Sudáfrica en Sídney, porque hay una fuerte inmigración de sudafricanos en Australia.
Al llegar aquíme di cuenta que eso que le cuento tiene su razón de ser pues son países que, socialmente muy distintos, tienen puntos en común por la influencia de la Corona británica.
Álvaro del Portillo y África
¿Cómo trató Usted a Monseñor Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría y futuro beato?
Conocí personalmente a Don Álvaro del portillo en 1986 cuando fue a Barcelona, y estuve viviendo con él aquellos días. Posteriormente estuve más cerca de él en 1992 cuando me trasladé a Roma para realizar mis estudios de teología. En 1994 D. Álvaro falleció. Del 92 al 94 le traté cuando yo iba a trabajar a la sede central del Opus Dei, Villa Tévere. Nunca tuve largas conversaciones con él, pues eran conversaciones breves aunque, eso sí, bastante frecuentes. Don Álvaro era siempre extremadamente cariñoso conmigo [sonríe al recordarlo].
Recuerdo un día que D. Álvaro tenía que salir, y yo estaba en ese momento al cargo del coche y por alguna razón el conductor no llegaba. D. Javier estaba un poco nervioso y yo también. D. Álvaro nos calmó a los dos y nos dijo no os preocupéis enseguida llega. Siempre era de esta manera, transmisor de paz y serenidad.
“Don Álvaro tenía África en su corazón. Bajo su impulso el Opus Dei empezó en países como Costa de Marfil, Camerún, Rep. Democrática del Congo”
Don Álvaro murió 5 años antes que comenzase la labor en Sudáfrica pero pudo impulsar directamente la labor en Kenia, en Nigeria, en Costa de Marfil, etc.¿Fue Kenia el primer lugar donde el Opus Dei empezó a trabajar en África?,
Hospital Monkole
D. Álvaro tenía África en su corazón. Bajo su impulso el Opus Dei empezó en países como Costa de Marfil, Camerún, Rep. Democrática del Congo (antes Zaire). Kenia fue el primer país africano en 1956 por deseo de y con las oraciones de San Josemaría. Don Álvaro impulsó muchos proyectos en África. Fui testigo del impulso que dio para la construcción de Monkole Hospital en Kinsasha. También de la ampliación de Strathmore College en Nairobi, que pasó de escuela de Diplomatura en Contabilidad a universidad y hoy día tiene más de diez licenciaturas y una escuela de Negocios.
Professor David Sperling, con el que coincidí en Londres.
Uno de los fundadores de Stratmore University,
dejó su ciudadanía americana por la keniata
¿Cómo se vive en Johannesburgo la peregrinación a la beatificación y la devoción al futuro beato?
Estamos viviendo el día a día de los preparativos. Vamos un buen grupo, la decisión de ir se tomó en el mes de mayo, que fue cuando se compraron más de 50 billetes: vamos alrededor de 70 personas, más otros que se apuntarán en el último momento. Son personas que se han ido animando poco a poco. Lo que ha hecho los peregrinos es comprar la biografía de Don Álvaro, y realmente la gente está aprendiendo cosas: te das cuenta que por las preguntas que hacen han leído la biografía del futuro beato y valoran su santidad. Es muy bonito.
La iglesia de Sudáfrica y la iglesia en Johannesburgo, Católica y también la no católica de diferentes confesiones cristianas, ¿cómo se acercan a la figura del nuevo beato como personaje cristiano destacado?
El mundo católico de Sudáfrica es muy pequeño, un 6% de la población. De estos, muchos están en lugares a los que yo no llego, pero sí la acción del Espíritu. Todos los obispos saben acerca de la beatificación, pero a nivel general el conocimiento del evento no es general.
¿Cómo es la labor apostólica en Johannesburgo, con los ricos y con los pobres? Johannesburgo es la ciudad de África con más multimillonarios, y a la vez están los hombres caracol. ¿Cómo está el Opus Dei dispuesto a llegar a unos y a los otros?
El Opus Dei no es para ricos o para pobres, es para todos: para ricos y para pobres. Las actividades están dirigidas a personas de toda clase y condición y lógicamente hay personas que participan de la labor del Opus Dei y que tienen medios económicos y otros que tienen menos. En cualquier caso a todos hay que despertar la responsabilidad social.
Los programas de Soweto y Mamelodi son unos programas que tocan mucha miseria: por ejemplo nosotros cuando estamos con estos chavales les tenemos que dar de comer. Si no les das de comer no vendrán. Los chavales vienen también, aunque no exclusivamente, porque comen. Pero también como se trata de una actividad que va de tres a cinco de la tarde, allí dentro debes poner merienda, y una merienda que sea generosa. No un vaso de leche y una galleta, eso no.
“En Sudáfrica hay un fracaso educativo muy grande: los jóvenes acaban el colegio, el curso con un nivel bajo y hay mucho fracaso universitario”
Bien, lo mismo pasa en países donde también se mezcla tercer y primer mundo, como Argentina, donde en muchísimos colegios públicos el alimento más substancioso o la única leche que beben es en el colegio al llegar.
En este sentido podemos decir que estamos llegando a las “periferias existenciales” de las que habla el Papa Francisco. Estamos tocando bolsas de pobreza. Con los ricos, a las capas altas cuesta más llegar; y cuesta más de llegar porque ya le he dicho que el porcentaje de católicos es pequeño y hay poco conocimiento de la fe y de la Iglesia Católica. Bueno, poco a poco, si estás en el país vas conociendo a personas que son muy ricas; como has dicho, en Johannesburgo hay millonarios y billonarios. Cuesta que se aprecie el valor de los proyectos que presentas. Los proyectos aquí están calculados para el número de personas que se beneficiarán. Pero no por la calidad intrínseca del proyecto. Hay un fracaso educativo muy grande: los jóvenes acaban el colegio, el curso “matric” (matriculation) -el último año de bachillerato-, nombre que también recibe el título que obtienen,con un nivel bajo. Hay mucho fracaso universitario, chicos procedentes de escuelas en los lugares marginales: entran en la universidad y quedan estancados.
Ésta es una preocupación muy grande, y nosotros desarrollamos algún proyecto en esta línea, intentando ayudar a estos chicos para que cuando lleguen a la universidad no sea para ellos una barrera; no sea un muro que no pueden superar. Les estamos preparando no sólo con un nivel científico-académico sino ofreciéndoles una buena formación humana. Parte de esta preparación es que crezcan en autoconfianza, pues muchos jóvenes se encuentran acomplejados. Te diré que hay chicos en la universidad que no tienen donde dormir; algunos duermen en la biblioteca, y así no se puede sacar una carrera: es muy difícil sacar una carrera durmiendo en la biblioteca y comiendo lo que los otros te dan pues el Estado les ha dado una beca que cubre sólo la matrícula.
Tienes que pensar que las primeras elecciones libres fueron en 1994. Hasta el 1994 no se sabía qué pasaría con este país. Era el fin de una era, del “apartheid”, y el comienzo de la época democrática con mucha tensión. Fue un momento en que mucha gente, muchos blancos, dejaron el país. Entonces pensabas ¿qué pasara aquí, cómo acabará todo? La transición de este país ha sido un milagro.
El Opus Dei comienza en Sudáfrica cuando hay unos mínimos de garantías de paz social, no ausencia de criminalidad porque donde hay tantas diferencias sociales siempre habrá inseguridad. Entonces llegó el momento, cuando el Prelado era ya Mons. Javier Echeverría, que se pudo comenzar la labor estable.
Don Álvaro siempre tuvo la idea de comenzar enseguida que hubiese un mínimo de garantía. En realidad el primero en hablar de empezar en Sudáfrica fue san Josemaría: cuando el cardenal de Cape Town Owen Mc Cann lo visitó en los años 60 y le pidió que el Opus Dei comenzase en Sudáfrica. En aquel momento no ha había personas disponibles: se acababa de empezar en Kenia, y en Nigeria.
Don Javier Echevarría, el actual Prelado, nos está recordando continuamente que Sudáfrica estaba en la mente de san Josemaría. A lo mejor se hubiese podido empezar en los 80 pero Mandela estaba en prisión y había una tensión grande en el país. Desde fuera de Sudáfrica solamente se veía el “apartheid”, había una condena internacional de esta situación.
¿Tiene Sudáfrica alguna responsabilidad cara al resto de África?
Sudáfrica tiene mucha responsabilidad. Todos los países de África están mirando a Sudáfrica y Sudáfrica es la Tierra prometida, en especial Johannesburgo, que es una ciudad muy cosmopolita. Principalmente ves muchos zimbabuenses, mozambiqueños, malawis, etc. Gente de todas partes, de todos los países de África quieren venir a Sudáfrica, instalarse aquí: el nivel de vida es mucho más alto y, a pesar de las dificultades, hay todavía más oportunidades que el resto de países de África.
Gauteng, la provincia donde están Johannesburgo y Pretoria representa el 60% de la economía de Sudáfrica. Eso es mucho, tiene una red viaria y una infraestructura de país del primer mundo. Hay otras provincias en las que la red viaria es precaria y la infraestructura muy básica, por ejemplo Western Cape. Pero sí, es verdad, todos los países en África miran a sus vecinos del Sur.
Por otro lado hay que analizar muy bien la situación y ser prudente porque la misma caridad te muestra que no puedes alargar más el brazo que la manga. Sudáfrica tiene muchos recursos naturales pero también necesita mantener un orden, mantener una política, un balance; una política de inmigración que sin ser injusta proteja el bien común.
Proyecto TOT de la fundación Kianda, para la promoción de la mujer africana,
promovido por mujeres del Opus Dei
Uno de los grandes problemas deSudáfrica es el relacionado con la familia. La familia está completamente destruida; no existe. Para construir un país, si no tienes la familia como base, es muy difícil educar en valores. Es muy difícil crear una clase media que tenga formación cultural y valores: hay muchas cosas que se pueden cambiar pero se requiere calidad humana a todos los niveles para que las personas puedan hacerlo.
¿Habéis pensado en la posibilidad de la formación a distancia,en colaboración con labores ya desarrolladas en otras partes del mundo; en MOOCS (Massive Online Open Courses)?
Aquí en Sudáfrica existen las universidades públicas tradicionales, y también está UNISA, la universidad más grande de Sudáfrica: una universidad a distancia que cuenta con 200.000 estudiantes, un monstruo.
Nosotros contemplamos proyectos futuros de este tipo de universidades por ejemplo de Australia, aunque el éxito no está asegurado. Necesitas el contacto humano al final del día.
Algunos miembros del Opus Dei junto con otras personas tienen proyectos de comenzar cursos de liderazgo basados en valores humanos: el directivo, la familia, el entorno social, etc.
No me has preguntado nada del tema mujer pero la discriminación que existe aquí en Sudáfrica respecto de la mujer es una cosa que llama la atención cuando llegas aquí. Personalmente me resulta embarazoso, a mí me da vergüenza.
¿Se reduce a las clases llamadas tradicionalmente bajas, o también la mediana y alta?
Esto pasa con las bajas y con las medianas. El hombre de la clase media piensa que tiene derechos sobre la mujer: no necesitas ir al último rincón de Sudáfrica para encontrar abusos.
¿Entre la población cristiana, ocurre también esto?
Desgraciadamente sí.
“Sudáfrica es un país increíble, vale la pena darlo todo para transformarlo, porque dando la vuelta a Sudáfrica das la vuelta a África”
La labor con mujeres del Opus Dei esta equilibrada.
Las mujeres del Opus Dei trabajan en el mismo tejido social de Sudáfrica que trabajan los hombres. Ambos encuentran los mismos retos.
Sudáfrica es un país fascinante, y al ver todas las posibilidades que hay de transformar el país, uno trabaja con optimismo y esperanza: o sea que dentro de todas las cosas negativas, al ver todo lo que tienes aquí, te dan ganas de darle la vuelta como a un calcetín; no podemos quedarnos con que somos sólo 6 % de católicos. ¿Cómo nos vamos a levantar por la mañana si vemos sólo las dificultades? Pues te digo una cosa, es un país increíble, es un lugar donde vale la pena darlo todo para transformarlo, porque dando la vuelta a Sudáfrica das la vuelta a África.
¿Causaría furor en la iglesia católica la ascensión a la cátedra de Pedro de un Papa africano?
El futuro de la iglesia no es África como tú me has insinuado. El futuro de África está en seguir adelante pero no es que Europa mire a África: ya hay sacerdotes africanos que trabajan en Europa por falta de sacerdotes europeos pero el futuro de la Iglesia está en Europa y América. En África la Iglesia todavía necesita el ejemplo y modelo de la Iglesia en Europa o América para bien o para mal.
Un Papa africano será una cosa buena para África cuando llegue, un Papa que esté abierto a los pobres. Ahora bien, mejor que el Papa Francisco no lo tendremos: y, ¿es que el Papa Francisco se ha olvidado de África? No, el Papa Francisco no se ha olvidado de África. Y Juan Pablo II no se olvidó de África: 46 viajes hizo al continente. Pero no podemos pasar la pelota a África, no podemos taparnos los ojos. África tiene que levantarse antes.
¿Hay demasiada abundancia de ritos mágicos, de materialismo?
África tiene que progresar, tiene que seguir su paso y seguir su ritmo y solamente entonces lo que el Papa denuncia con tanto acierto de que se está abriendo la brecha entre ricos y pobres se logrará cerrar un poco. África tiene que salvarse a sí misma y por sí misma. No puede esperar que la solución cultural y social venga de fuera.Hay que levantar el nivel cultural, social y económico de toda África. También la Iglesia y sus ministros tienen que estar cada vez más preparados.
Los ritos mágicos pertenecen a la tradición cultural del país y del Continente. Nos tenemos que dar cuenta, sin despreciar ningún rasgo de la cultura de los pueblos y conservando todo lo bueno que tienen, que en muchos casos son una dificultad para el desarrollo personal y libre.

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • Antonio García Ramos antonioreus56@yahoo.es
    4 septiembre, 2023 22:10

    Jugamos juntos a hockey, el infantil y yo juvenil, en el Patín Reus C.H. Su padre fue un industrial muy importante en Reus. Si este escrito llega a él, le mando un saludo.

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