Hay un axioma del mundo financiero que concluye que la evolución de la Bolsa descuenta el futuro. Así, los parqués pronosticaron en su momento los tiempos adversos de la crisis y auguran ahora los de la recuperación y la prosperidad. El Ibex 35 superó el viernes 18 de octubre los 10.000 puntos por primera vez desde hace más de dos años tras dos semanas registrando máximos. El dinero, siempre cauteloso y dubitativo, apuesta ya sin reticencias por una economía española que se ha ganado a pulso la confianza de los inversores. Parece un buen augurio.