El hecho de que un titular como el que antecede a estas líneas pueda sonar extraño no dice mucho de nuestra capacidad de independencia. Pervive una polarización en la propaganda política que inunda nuestros medios de comunicación ante una película de buenos y malos, herencia de la guerra fría, donde Estados Unidos ocupa la oposición del bien y Rusia, siempre por definición, la del mal. Pero en estos revueltos y complejos tiempos esto no siempre es así. De hecho, en el transcurso de los últimos años, la lista de atrocidades cometidas por Estados Unidos es extraordinaria y sus secuelas, en Afganistán y sobre todo en Irak, en la actual situación que atraviesan los países árabes del Mediterráneo, debería mover a una seria reflexión sobre el papel internacional que tiene la primera potencia mundial.
Pero, centrémonos en el tema de Siria, que es en el que Putin tiene razón. El presidente ruso ha pedido a Obama que si tiene pruebas no muestre las conclusiones sino las pruebas en sí mismas y que las presente a Naciones Unidas para que sea ésta quien pueda dictaminar sobre su fiabilidad. Considera que "si no se presentan pruebas es que no hay". Y esto es muy cierto. Estados Unidos habla de pruebas pero no enseña nada y solo nos explica sus conclusiones. Esto, añadido al precedente de Irak y "las armas de destrucción masiva", es suficiente para invalidar la posición de Obama. Le dice también que actúe como el Premio Nobel de
Que Putin tiene razón lo demuestra la soledad de Obama, un presidente tan débil que por primera vez ha decidido solicitar un permiso innecesario al Congreso y al Senado de Estados Unidos para actuar en el exterior. Es un precedente que merma la autoridad del presidente y que en un futuro puede dar lugar a notables complicaciones en la política interior norteamericana.
Obama está demostrando con hechos continuos que lo que hemos venido sosteniendo en ForumLibertas.com, es decir que es uno de los peores presidentes que ha tenido Estados Unidos, que no estaba preparado para el cargo, que es un inmenso bluff mediático, una imagen construida a golpe de comida de coco, grandes discursos, su apostura personal y el papanatismo progre, está en lo cierto. Fíjense si no en el hecho de que solo un 20% de los norteamericanos apoyen la intervención que quiere llevar a término su presidente, que casi la mitad, el 48%, están en contra de su gestión global, y que solo tenga un 44% a favor. Que haya conseguido el fracaso histórico de la alianza tradicional con el Reino Unido, con el voto desfavorable del Parlamento de aquel país. Que
Putin tiene razón y Obama se equivoca. No sabemos si esto es bueno o malo para Europa, pero lo que es evidente es que nunca Estados Unidos ha tenido una dirección internacional tan embrollada y tan desastrosa. El problema es que sus consecuencias las paga todo el mundo.