Leía, el pasado día 5 de junio, que “Bankia y tres bancos más comprarán el 24% de PRISA para salvar a Cebrián y a los Polanco y todo ello gracias a los buenos oficios de La Moncloa”. Mariano Rajoy se ha volcado en la salvación, o al menos en la continuidad, de PRISA, presionando a los bancos para que acepten unas condiciones que jamás habrían aceptado con ninguna otra empresa editorial en crisis que, a día de hoy, son todos los grandes grupos editoriales españoles (todos asfixiados por la deuda con los bancos), se decía el medio de comunicación social que daba la noticia.