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La Moncloa intentó manipular a la OCDE para salir bien parados en la foto de las pruebas de contagio

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La OCDE situó por error a España en el octavo lugar entre los países del mundo, y por delante de Alemania en número de test de contagio. Después rectificó con los datos reales, lo que hizo retroceder la posición española hasta el lugar 17.

El origen del problema radica en que la OCDE sumó los datos oficiales de dos tipos de pruebas enviados por el Gobierno y los comparó con los relativos a solo uno de esos métodos de otros países. En realidad, la estadística de la organización se refería a las pruebas PCR, las más fiables. Así lo indica con claridad la tabla que resume los datos, pero en el caso de España se añadieron además los otros test que miden la presencia de anticuerpos, que son más rápidos e inciertos en cuanto a sus resultados y significación.

La cuestión es por qué se hizo así, por qué el gobierno español hizo ostentación del octavo lugar, cuando sabia por sus propios datos, que tal clasificación no respondían al número de PCR realizados, y además era una información hasta ahora desconocida, porque el gobierno nunca la había hecho pública.

En una serie de desafueros informativos, Angel Gurría, secretario general de la OCDE, publicó el lunes por la mañana un tuit con una clasificación de los países que han realizado más pruebas diagnósticas de coronavirus, que situaba a España en aquella octava posición. Sanidad tuiteó a su vez: “España se sitúa entre los diez primeros países”. Según la organización, España ha realizado más test por habitante que, por ejemplo, Alemania, Austria o Dinamarca. Posteriormente, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, volvió a presumir del dato en una comparecencia con el titular de Interior:

“Somos el octavo país, así lo acredita la OCDE, ya que realizamos 28,6 test por 1.000 habitantes, mientras que la media europea se sitúa en el 22,9”.

O bien el ministro de Sanidad ignora los datos de las pruebas, o bien si los conocía mintió. Porque la OCDE público sin mayor análisis lo que le dijo el gobierno español, para después, comprobados los datos, rectificar, pero Illa sí conocía la realidad de lo sucedido, y sabía sobradamente que el ránking se refería solo a pruebas PCR, y no a los otros test, porque si los restantes países hubieran seguido el mismo criterio que España, de añadir las pruebas inmunológicas, la posición española también habría resultado tan mala como el lugar 17 que ahora ocupa.

De hecho, todo esto, la manipulación informativa, es muy evidente porque el Ministerio de Sanidad solo da como cifra oficial de contagiados por coronavirus los que determina mediante análisis PCR, no los que detecta con una prueba rápida de anticuerpos. Incluso desde el día 26 los casos detectados con test de anticuerpos, que se facilitaba en otro apartado, ya no aparece en los informes diarios. Entonces, ¿por qué el gobierno ha remitido a la OCDE la cifra de todas las pruebas, si ni siquiera lo hace así en su presentación diaria?

Edouard Mathieu, experto que trabaja para la web de la Universidad de Oxford OurWorldinData, de la que proceden el resto de datos que da el gráfico de la OCDE, aclaró en Twitter lo ocurrido: España aparecía tan arriba en el gráfico de esta organización, con 28 test por 1.000 habitantes, porque facilitó datos sumados de PCR y test rápidos serológicos. Con la cifra de PCR ofrecida el lunes por el ministerio, España estaría en realidad en 22,3 pruebas de laboratorio por 1.000 habitantes, y quedaría por detrás de Alemania y ligeramente por debajo de la media.

Max Roser, fundador de la web, explicó por su parte que el tuit de Gurría había contribuido a la confusión al asegurar: “Hemos actualizado nuestros datos”. Según Roser, en realidad la OCDE tomó las cifras ya publicadas por OurWorldinData y añadió la cifra de España que obtuvo directamente del Gobierno español. Ese dato, añade, “no es comparable con los de otros países».

En otras palabras, la OCDE se limitó a copiar una fuente independiente, y en el caso de España lo que hizo fue aportar los datos que les daba el gobierno. ¿Y quién informó de estos datos? ¿El Ministerio de Sanidad? No, fue directamente Moncloa, presidencia del gobierno, donde rige para toda comunicación exterior la presencia omnipotente de Iván Redondo, jefe de gabinete y gurú de Sánchez.

En definitiva:

  1. Los sorprendentes datos sobre la buena posición de España no eran ciertos.
  2. Fueron proporcionados por la propia presidencia del gobierno.
  3. El Ministro de sanidad, que en teoría conoce las cifras y metodología de cálculo, que tiene como única base los PCR, asumió aquellos datos y se vanaglorió de ellos en la rueda informativa diaria.
  4. Hasta que se deshizo el entuerto, alguien en la OCDE jugó a favor de presentar como buenos los datos españoles, cuando no lo eran. La probidad del secretario General, Angel Gurria, queda en entredicho.
  5. Y es que el gobierno movió los hilos en la OCDE para salir entre los buenos, con una manipulación que insultaba la inteligencia de los demás. Alguien piensa que el escenario internacional exige lo mismo que hacer una campaña en Extremadura o Badalona (lugares donde Redondo labró su fama) y claro, no es lo mismo.

Esta ceremonia de la confusión protagonizada por Presidencia, demuestra que:

  1. Efectivamente y tal y como comenta de hace tiempo en los mentideros del gobierno, Salvador Illa no pinta nada, la política contra la pandemia se hace en Moncloa y está en manos de Sánchez e Iván Redondo.
  2. La desconfianza hacia Sánchez por parte de todo el mundo se ha multiplicado. El presidente del gobierno no es una persona que respete los hechos, es decir, la verdad, aunque claro en línea con Pilatos, y muy de Iván Redondo, siempre queda el recurso de preguntarse olímpicamente: ¿y qué es la verdad?, pregunta que siempre acaba con un pésimo resultado.
  3. El escaso crédito que tenía España en la lucha contra la pandemia, por sus malos resultados y el caos de sus cifras, se multiplica hasta el extremo de pasar de la categoría a la anécdota. Un periódico nada menor com es la Republica Dominicana, Diario Libre, publicaba de manera destacada: “10 lecciones que va dejando el virus”. La décima reza así: Podría ser peor. Imagine todo esto y además tener a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. ¡Y todo esto desde Santo Domingo!

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