
Restauró el templo con su patrimonio
Salvador Ferrandis Seguí, de 56 años y natural de Lorcha (Alicante), se había ordenado en 1904 y en 1936 era párroco en Pedreguer (Alicante), cuyo templo había restaurado con su patrimonio personal y ayudó mucho a los pobres y enfermos. Fue ejecutado en la carretera al vecino pueblo del Verger. Fue beatificado en 2001.
Lo pasearon por el pueblo a ver si la gente lo defendía

Dos hermanos entre los ocho beatos de la matanza de la cárcel de Lleida



Después de que le sacaran los ojos, quería bendecir a Dios
Francisco Roda Rodríguez, sacerdote de 63 años, natural de Almería donde era canónigo de la catedral, fue asesinado el 31 de agosto de 1936 en el Pozo de la Lagarta (Tabernas, Almería: la foto de cabecera de este artículo fue tomada durante las exhumaciones el 4 de febrero de 1941) y beatificado el 25 de marzo de 2017 en Roquetas de Mar (Almería). Según la biografía diocesana, «se negó a ocultarse al iniciarse la Persecución Religiosa:
Los milicianos se presentaron en su casa el doce de agosto de 1936. Él, antes de ser llevado a prisión, les dijo: «Si es la voluntad de Dios, aquí estoy. » Su sobrina cuenta que «antes de arrojarlo al pozo le saltaron los ojos, y como mi tío a este ultraje respondió diciendo: Todavía tengo lengua para bendecir a Dios, le cortaron la lengua.».
Martín Salinas Cañizares, de 41 años y natural de Canjáyar (Almería), era beneficiado de la catedral, fue asesinado el 2 de septiembre de 1936 en el Pozo de la Lagarta y beatificado en Roquetas de Mar. La biografía diocesana dice de él:
El veintidós de julio de 1936, a pesar de la violencia de la Persecución Religiosa, no dudó en presentarse en el Colegio de la Salle para salvar el Santísimo. Ante los milicianos, que lo maltrataron, se identificó como capellán. El primero de septiembre un miliciano, al que otras veces había ayudado el siervo de Dios, se presentó de malos modos en su hogar y lo registró por dos horas. Finalmente, fue detenido y sufrió prisión en Comisaría y en el barco Astoy Mendi.
Al quejarse por la fuerza con que lo amarraban, uno de sus verdugos le espetó: «No te preocupes, que es para poco tiempo.» Poco después lo llevaron al pozo de la Lagarta.


Hizo el noviciado en el convento de Ntra. Sra. del Buen Consejo de Leganés, donde profesó de votos simples el 20 de agosto de 1929, siendo prior el padre Natalio Herrero, y de votos solemnes el 2 de julio de 1933. Era prior el padre Victorio Martín.
Cursó los estudios filosóficos en el mismo convento. El padre David Gutiérrez, que fue profesor suyo durante estos años, dice de él que sobresalía por la viveza de inteligencia. Comenzó los estudios de teología en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, al que fue trasladado en 1933. Tuvo que interrumpirlos durante algún tiempo para cumplir el servicio militar.
Fue ordenado de subdiácono el 1 de noviembre de 1935, por el Mons. Francisco Gómez, O.P., obispo de Haiphong en Tonkin. El 10 del mismo mes y año fue ordenado diácono por Mons. Tomás Gutiérrez, obispo de Osma.
Detenido con toda la comunidad del Monasterio fue encarcelado el 6 de agosto de 1936 en la prisión de San Antón de Madrid. Después de casi cuatro meses de privaciones y sufrimientos fue muerto el 30 de noviembre de 1936 en Paracuellos del Jarama, con otros 50 agustinos.


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