fbpx

Diálogo con Cristo sobre los fundamentos del matrimonio

Familia

COMPARTIR EN REDES

Cuando los fariseos preguntan a Jesús si es lícito repudiar a la mujer “por cualquier causa”, no están buscando la verdad, sino ponerlo a prueba. Quieren discutir normas, casos, permisos. Pero Jesús no entra en su terreno legalista: los lleva al origen, a aquello que estaba “desde el principio”.
Y en esa respuesta sencilla y desarmante —“al principio no fue así”— Jesús revela el corazón mismo de la Teología del Cuerpo.

 Volver al principio

Cristo no inicia una discusión moral; nos invita a mirar cómo nos hizo Dios.
Cita el Génesis:
“Al principio el Creador los hizo varón y mujer… y los dos serán una sola carne.” (Mt 19,4-5)

Es decir, el matrimonio no es una invención cultural ni un contrato humano: brota del diseño mismo del Creador.

Antes de que existieran leyes, religiones o tradiciones, ya existía el proyecto divino de comunión entre el hombre y la mujer.

San Juan Pablo II lo explica así: para entender el matrimonio —y por tanto el amor humano— debemos regresar a ese principio, al momento en que el hombre y la mujer fueron creados a imagen de Dios. Solo allí se encuentra el sentido original de la unión y su indisolubilidad.

“Por la dureza de vuestro corazón”

Jesús reconoce que Moisés permitió el divorcio, pero aclara el porqué:
“Por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres, pero al principio no fue así.”

Con esta frase, Cristo desenmascara el drama del ser humano: el pecado ha endurecido el corazón. El amor se ha vuelto frágil, egoísta, interesado. El divorcio, la infidelidad o el uso del otro no son leyes naturales, sino heridas de un corazón que ha olvidado su vocación al don.

Juan Pablo II nos recuerda que la redención comienza cuando el hombre deja de justificar su dureza y vuelve a aprender a amar como en el principio.

El matrimonio como signo del amor de Dios

Cuando Jesús afirma:
“Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”, no está imponiendo una carga, sino revelando una belleza originaria.
El matrimonio no es solo una institución social: es una alianza sagrada, un signo visible del amor de Dios.
El “una sola carne” no se reduce a una unión física: significa una comunión total de vida, de alma y de destino. En esa unión, el hombre y la mujer reflejan la imagen de la Trinidad: amor que une sin confundir, y distingue sin separar.

Un mensaje para nuestro tiempo

Hoy, muchos viven el amor con miedo, con reservas o con condiciones. Se celebra el cuerpo, pero se teme al compromiso.
La Teología del Cuerpo nos recuerda que la verdadera libertad no consiste en cambiar de persona, sino en aprender a amar de verdad a una persona.
Jesús no nos devuelve a una norma, sino a una mirada nueva sobre el amor humano. Nos dice: si quieres comprender el matrimonio, no mires las estadísticas, ni las heridas, ni las modas; mira al principio, mira a Dios.

Interlocutores actuales de Cristo

San Juan Pablo II concluye su primera catequesis invitándonos a sentirnos interlocutores actuales de Cristo.
A ti, que eres esposo, esposa, joven que se prepara para amar, o sacerdote que acompaña matrimonios, el Señor también te pregunta hoy:
“¿Has olvidado cómo te hice? ¿Has olvidado que fuiste creado para amar como Yo amo?”
Volver al principio no es nostalgia: es esperanza.
Dios puede rehacer el corazón endurecido, puede renovar el amor gastado, puede enseñar de nuevo el lenguaje del cuerpo que se entrega y no se usa.
“Lo que Dios unió no lo separe el hombre.”
No es una prohibición: es una promesa.
Si Dios une, es porque Él mismo sostiene esa unión.
Para meditar
•¿Qué significa para mí volver al “principio” de mi vocación al amor?
•¿En qué momentos he sentido la dureza del corazón?
•¿Dejo que Dios ordene mi manera de amar?

¿Te ha gustado el artículo?

Ayúdanos con 1€ para seguir haciendo noticias como esta

Donar 1€
NOTICIAS RELACIONADAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.