PelĂcula Diarios de la calle: Blanca y veinteañera
Para Erin Gruwell, empezar su primer trabajo como profesora era como entrar a una zona de guerra. Ella era blanca y veinteañera en una de las peores escuelas de secundaria de Long Beach. En su primer dĂa de trabajo le asignaron el aula 203, una clase con estudiantes de los cuales no se esperaba ningĂşn Ă©xito, destinada al fracaso, y con la supuesta intenciĂłn de retenerlos hasta que la desidia y el abandono fueran haciendo mella.
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Una clase dura, racialmente dividida e infestada de pandillas, donde las peleas y asesinatos formaban parte de las vivencias de los propios estudiantes. Algunos de ellos no tenĂan hogar, y muchos provenĂan de familias desestructuradas con violencia intrafamiliar.
La administraciĂłn esperaba pocos resultados por parte de la novata profesora. Es más, preveĂan que pronto acabarĂa renunciando a su tarea docente. De forma contraria, Gruwell se lo tomĂł como un reto profesional impresionante, y buscĂł el modo de penetrar en las vidas de aquellos jĂłvenes que tenĂa en sus manos y transformarlas.
Diario de la calle: Más allá de la literatura
SabĂa que la programaciĂłn de la asignatura que impartĂa, Lengua y Literatura, no la iba a ayudar a conseguirlo, por lo que transformĂł sus clases en enseñar sobre la paz y la tolerancia, y hacer que todos aquellos chicos y chicas que tenĂa ante sĂ fueran descubriendo lo más importante de sus vidas: que eran personas con una proyecciĂłn de futuro que no debĂan desperdiciar.
Bajo la inspiraciĂłn de las lecturas que la profesora les ofrecĂa, los estudiantes de Gruwell empezaron a escribir sus propios diarios donde narraban sus experiencias personales. Para muchos de ellos esa clase era el Ăşnico lugar donde cualquiera querĂa escuchar sus historias y podĂa compartirlas.
Poco a poco esa clase se fue convirtiendo como una familia, donde acordaron darse una nueva oportunidad para poder empezar una vida de nuevo. Ellos se llamaron a sà mismos “Los escritores de la Libertad”, inspirados por las historias del original “Freedom Riders” quienes lucharon por la segregación y el prejuicio.
La joven profesora supo transmitir a sus alumnos que si ellos trabajaban juntos, podĂan conseguir cosas importantes. Al cabo del tiempo las historias narradas por este grupo de Escritores de la Libertad empezaron a viajar alrededor del paĂs, recibieron premios y concertaron entrevistas en los medios de comunicaciĂłn. ParecĂa algo increĂble llegar hasta donde consiguieron hacerlo.
Invertir en las personas
Reconozco que ver  la pelĂcula Diario de la calle me impactĂł, provocándome una verdadera admiraciĂłn hacia la protagonista de esta historia. Sin duda alguna, es todo un ejemplo de cĂłmo hasta aquellos que parecen más perdidos son capaces de ser reconducidos a buen puerto cuando hay alguien que apuesta por ellos.
Es verdad que cada uno somos hijos de nuestros padres, y producto de nuestra propia historia. Pero sobre todo, somos personas, y por ello nos merecemos la oportunidad de vivir como tales. También es cierto que, por desgracia, hay muchos que no llegan a buen puerto, porque les ha faltado alguien que haya puesto la suficiente confianza para ayudarles a navegar en sus propias vidas. Invertir en las personas… ¿qué mejor negocio?