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«El aborto es un delito» las palabras pronunciadas por la subdirectora del telediario italiano de Rai1

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“El aborto es un delito no un derecho” estas son las palabras pronunciadas por Incoronata Boccia subdirectora del TG1, el telediario de Rai 1, quien intervino en el programa italiano «Che sarà» en el canal de televisión Rai 3. Estas palabras cargadas de verdad han desatado una tormenta y un linchamiento mediático.

«Estoy a punto de pronunciar palabras que me doy cuenta, son fuertes, mi intención no es juzgar a las personas, las historias. Pero se juzga el principio. Estamos confundiendo un crimen con un derecho. Aquí se tiene miedo de decir – porque incluso la política tiene miedo de decir esto – que el aborto es un homicidio. No lo dije yo: cuando se le otorgó el premio Nobel de la paz a María Teresa de Calcuta, temblaron los poderosos de la Tierra porque cuando le preguntaron cuál era el mayor drama de la humanidad, con valentía esa pequeña mujer dijo el aborto, no la guerra»

Intensa discusión

Las declaraciones sobre el aborto de Incoronata Boccia abren de nuevo el debate en Italia en torno a la maternidad y el apoyo a las mujeres embarazadas. ¿Pero cuál es la razón detrás de tanta agitación?, ¿por qué resulta irritante para algunos compartir las dificultades que enfrentan las mujeres durante el embarazo?, ¿qué despierta reacciones tan agresivas al recordar que dentro del vientre materno hay un niño en desarrollo?

Estas preguntas resuenan en un contexto donde el apoyo durante la gestación, así como el reconocimiento del niño por nacer, desatan una intensa discusión y hasta acciones de censura.

Situación social

Hace unos días en Italia, se planteó una enmienda en relación con el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) que buscaba incluir la colaboración de organizaciones con experiencia en el apoyo a la maternidad, sin generar mayores cargas financieras para el Estado, trasponiendo un artículo de la misma ley que despenalizó el aborto en Italia en 1978. Sin embargo, esta inclusión desató una ola de críticas, insultos y censura, incluso a nivel europeo, ¿por qué?

Para comprenderlo, es necesario remontarse a la actuación nada imparcial de la ley italiana 194, la cual, si bien establece medidas preventivas del aborto, solo se ha aplicado fomentando el mismo y dejando en segundo plano la protección del niño por nacer y su derecho a la vida, reconocido incluso por la Corte Constitucional. Esta interpretación ha llevado a que los Centros de Ayuda a la Vida promovidos por el Movimiento por la Vida Italiano no vean reconocida socialmente su función de protección de la maternidad durante el embarazo, generando así controversias y resistencia a cualquier intento de reforzar dicho apoyo.

Son obstáculos que se está encontrando también la propuesta de ley de iniciativa ciudadana sobre la obligación de escuchar el latido del no nacido antes de tomar una decisión sobre su vida.

Una cuestión más profunda

Más allá de esta aplicación parcial de la ley, subyace una cuestión más profunda: la necesidad de evitar que la atención se centre en el niño por nacer y su relación con la madre. El debate sobre el aborto ha llevado a relegar al no nacido, negando su humanidad y su derecho a existir. Reconocer al feto como parte de la humanidad implicaría un cambio radical en la sociedad, que va más allá de lo legal y afecta a la esfera moral y cultural.

Es fundamental reconocer que hablar de maternidad implica considerar al niño que habita el vientre materno: no se puede prescindir de él. Esta consideración lleva implícito el deber público de garantizar que las mujeres tengan la libertad y la oportunidad de acoger a sus hijos, superando los obstáculos que un embarazo difícil o no deseado pueda presentar. Esta es la verdadera manera de ayudar a las mujeres y ofrecerles serenidad.

El debate sobre el aborto ha llevado a relegar al no nacido, negando su humanidad y su derecho a existir. Reconocer al feto como parte de la humanidad implicaría un cambio radical en la sociedad, que va más allá de lo legal y afecta… Share on X

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3 Comentarios. Dejar nuevo

  • Que al aborto es un crimen, un homicidio, lo sabe todo el mundo. Es imposible no saberlo, igual que lo sabemos del llamado infanticidio.
    Los abortistas, precisamente porque lo saben, tienen esas reacciones irracionales que rayan en el histerismo., De otra forma tendrían que razonar, discutir, dialogar, escuchar, i finalmente reconocer que durante su vida prenatal los seres humanos son tan humanos como en cualquier otra edad. Y eso nunca.

    El obstáculo insalvable está en que el aborto es una de las puntas de lanza ideológicas del feminismo. Con este acto, la mujer si iguala con el hombre en lo que más la distingue. Por embarazada que esté puede dejar de estarlo y que todo sea como si no lo hubiese estado. Una mujer solo está embarazada si quiere estarlo. Si lo está pero no quiere es como si no lo estuviese, La realidad está en función de su deseo. El aborto convierte en realidad su deseo de no estar embarazada, no solo en el presente, también en el tiempo transcurrido entre la concepción y el aborto. Abortar no es solo matar a un ser humano, es borrar toda su existencia, es convertirlo en nada, como si nunca hubiese existido.

    La ideología, la ley, la mentalidad social, la censura, el lenguaje, la sofistería, todo colabora en que un grupo de seres humanos, definidos por su edad y su forma de vida, sean degradados a la condición de subhumanos.
    Estamos remedando la táctica del nazismo contra los judíos. Para poder aniquilarlos con buena conciencia primero había que ningunearlos como seres humanos.
    Reconocer la humanidad plena de las personas durante su vida prenatal sería tan catastrófico para la mentalidad bienpensante de esta sociedad hipócrita y acomodada en su ética acomodaticia, que resulta impensable. Todo un sistema ideológico, político, legal y económico se iría al traste.

    Solo cabe esperar que actitudes valientes como la de Incoronata Boccia, a copia de llamar a las barbaridades por su nombre, vayan desvelando la realidad ante los ojos de quienes no quieren verla.

    Responder
  • En estos embarazos que terminan en aborto ocurre algo rarísimo: dos fieras asesinas se aparean y la fiera hembra queda embarazada de un ser humano.

    Responder

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