En esta ocasión, Esopo nos recuerda la importancia de una de las enseñanzas dignas a tener en cuenta a través del tiempo y de transmitir a nuestros descendientes: no hagas a los demás aquello que no te gustaría que te hicieran a ti. Con El asno y la zorra encuentran al león, podemos apreciar lo fácil que es transgredir esa enseñanza pensando solo en el beneficio propio.
El asno y la zorra encuentran al león
“El asno y la zorra, habiéndose unido para su mutua protección, salieron un día de caza.
No anduvieron mucho cuando encontraron un león.
La zorra, segura del inmediato peligro, se acercó al león y le prometió ayudarle a capturar al asno si le daba su palabra de no dañarla a ella.
Entonces, afirmándole al asno que no sería maltratado, lo llevó a un profundo foso diciéndole que se guareciera allí.
El león, viendo que ya el asno estaba asegurado, inmediatamente agarró a la zorra, y luego atacó al asno a su antojo”
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Mi apreciado amigo Esopo: Nos enseñas hoy que las alianzas entre los animales son poco duraderas. La zorra promete su ayuda mientras la convenga (hasta que aparece el peligro del león); y el león, por su parte, promete su ayuda mientras le convenga (hasta que ya tiene seguro al pobre asno). ¿Y la seriedad de las alianzas, de los compromisos? Parece que se ha quedado enganchada entre los arbustos de la selva.
Queda en el fondo una enseñanza, y una llamada. Si tú prometes y no cumples (traicionas al amigo), no te extrañes si hacen lo mismo contigo. Es el precio de la infidelidad, la tuya y la que recibes. "No hagas a otros, enseñó un gran sabio, además de Hombre y Dios, lo que no quieras que te hagan a ti". Toma con seriedad tus compromisos, tus "alianzas", y tus aliados también serán serios contigo. Rompe tus alianzas, y tus aliados también las romperán.
¿Círculo vicioso? Sí, cuando abundan las rupturas. Pero también "círculo virtuoso", cuando lo más frecuente es la fidelidad y el compromiso.
Nunca traiciones a tu amigo por temor al enemigo, pues al final, tú también saldrás traicionado