Donald Trump, siguiendo los pasos del presidente Harry Truman (1945-1953), está estudiando la posibilidad de que los Estados Unidos de América puedan comprarle Groelandia a Dinamarca. La posible anexión, que ha causado un gran revuelo tanto en la isla como en la metrópoli, lo ha sacado en exclusiva el Wall Street Journal. El mismo diario ha explicado que dicha propuesta ha llegado a oídos daneses “con diversos grados de seriedad”. El presidente de EEUU, Donald Trump, ha pedido a sus asesores en la Casa Blanca que averigüen si es posible comprarle Groenlandia a Dinamarca, según informaron este jueves varios medios estadounidenses. Las informaciones indican que Trump ha mencionado la cuestión diversas veces en las últimas semanas durante reuniones y cenas.
hace más de medio siglo, en 1941 Estados Unidos ocupó la isla para evitar que los alemanes se acercaran al continente americano tras conquistar Dinamarca. Una vez finalizada la guerra, el territorio fue devuelto a Dinamarca, a pesar de que el presidente Truman ofreció 100 millones de dólares para anexionarla. En 1951, Estados Unidos construyó en Groenlandia la estratégica Base Área de Thule, que cobró especial importancia durante la Guerra Fría. Las versiones de los medios no aclaran cuál es el motivo por el que Trump estaría interesado en la compra de Groenlandia, aunque algunos especulan con sus recursos naturales y otros con su importancia geoestratégica por su cercanía al Ártico.
Las reacciones por parte del gobierno danés no han tardado en aparecer en los medios. «Debe de ser una broma del 1 de abril completamente fuera de temporada», ha asegurado en la red social Twitter el exprimer ministro danés y actual líder de la oposición, el liberal Lars Løkke Rasmussen, aludiendo a la tradición sajona en esa fecha.»Si es cierto que está pensando en eso, es una muestra definitiva de que se ha vuelto loco. Tengo que decirlo como es: la idea de que Dinamarca venda 50.000 ciudadanos a Estados Unidos es una completa locura», ha respondido Søren Espersen, portavoz en Asuntos Exteriores del Partido Popular Danés, tercera fuerza parlamentaria.
Su homólogo del Partido Social Liberal -cuarta fuerza en la Cámara y aliado del Gobierno socialdemócrata-, Martin Lidegaard, se ha mostrado esperanzado de que se trate de una «broma», ya que en caso contrario sería una idea «terrible» que supondría una pérdida de autonomía para los groenlandeses y una posible militarización de la isla.»Digo ‘no, gracias’ a que compren Groenlandia, mejor reforzar la relación con Dinamarca. Hay que resaltar además que tampoco es una mercancía que se pueda vender», ha afirmado Aaja Chemnitz Larsen, una de las dos diputadas groenlandesas en el Parlamento danés.