El pasado mes de marzo, la inglesa Maya Forstater fue despedida de su trabajo como experta en el think tank Center for Global Development. ¿El motivo? Maya había expresado en twitter su convicción de que por mucha autopercepción que se tenga, hablando en términos biológicos una mujer sigue siendo una mujer aunque se declare hombre. Maya fue acusada de transfobia y despedida.
El tweet de Maya tuvo lugar en medio del debate acerca de una nueva ley de género en el Reino Unido que permitiría cambiar de sexo sin ningún requisitomás que la propia declaración. Aunque Maya acepta usar el pronombre que cada persona desea, como su propio empleador ha reconocido, considera que la ley no puede obligarla a creer o actuar como si una persona trans hubiera cambiado literalmente de sexo. En ocasiones, explica, es importante reconocer que el sexo de una mujer trans es masculino, especialmente cuando se formulan políticas o se habla de cambios en las leyes.
Maya llevó su despido a los tribunales, que fallaron en su contra argumentando que afirmar lo que dice la ciencia, que una mujer sigue siendo en términos biológicos mujer aunque se perciba como hombre, «viola la dignidad de las personas trans” y por esta razón sus opiniones «no son dignas de respeto en una sociedad democrática”.
La polémica se ha desatado y son miles quienes se han posicionado en defensa de Maya ante este nuevo avence del totalitarismo de género.
Entre ellas la afamada escritora J.K. Rowling, la creadora de la saga de Harry Potter, que no es precisamente una militante conservadora pero que no ha dudado en posicionarse frente a esta nueva y peligrosa doctrina estatal que nos exige que conformemos nuestras conciencias a la ideología de género.
Evidentemente, la inquisición trans se ha abatido en masa sobre Rowling, convertida en una bruja transfoba y no se cuantas maldades más. Es el precio de afirmar lo obvio en nuestro mundo intolerante y en lucha permanente contra la realidad.
3 Comentarios. Dejar nuevo
Se nace hombre o mujer.
¿Porqué no lo aceptan?
Así se hagan lo que sea no podrán contra la naturaleza.
Los jueces al servicio de la política, no de la justicia.
Aunque los gobiernos y loa políticos autoricen a los burros volar. A los burros no les salen alas. Doring