El Papa Benedicto XVI se desplazó este fin de semana a Turín para visitar la exposición de la Sábana Santa diez años después de su última aparición pública autorizada aquella vez por Juan Pablo II. Benedicto XVI ha presentado la reliquia en la eucaristía de este domingo, 2 de mayo como esperanza para quien sufre. Cincuenta mil fieles escucharon sus palabras desde la plaza San Carlos de Turín.
«Pienso, en particular, en quienes viven concretamente su existencia en condiciones de precariedad, a causa de la falta de trabajo, de la incertidumbre ante el futuro, del sufrimiento físico y moral; pienso en las familias, en los jóvenes, en las personas ancianas que con frecuencia viven en la soledad, en los marginados, en los inmigrantes«, ha afirmado.
Para todas estas personas, ha recordado, la Sábana Santa «es un signo de esperanza: Cristo ha afrontado la cruz para poner un límite al mal; para hacernos entrever, en su Pascua, el anticipo de ese momento en el que también para nosotros toda lágrima será enjugada y ya no habrá muerte, ni luto, ni lamento, ni afán».
«Quien ha sido crucificado, quien ha compartido nuestro sufrimiento, como recuerda también elocuentemente la Sábana Santa, es quien ha resucitado y nos quiere reunir a todos en su amor», ha enfatizado.
Un “icono escrito en sangre”
El Papa, que se acercaba como un peregrino más a la exposición, ha explicado que la Sábana que según la tradición envolvió el cuerpo inerme de Jesucristo, constituye en sí un mensaje, ya que «es un icono escrito con sangre», sangre que muestra el amor de Dios por el hombre.
«Me parece que al contemplar esta sagrada tela con los ojos de la fe se percibe algo de esa luz. La Sábana Santa ha quedado sumergida en esa oscuridad profunda, pero es al mismo tiempo luminosa», ha explicado ante los fieles que llenaban el templo. El obispo de Roma ha matizado que «si miles y miles de personas vienen a venerarla, sin contar a quienes la contemplan a través de las imágenes, es porque en ella no sólo ven la oscuridad, sino también la luz; más que la derrota de la vida y del amor, ven la victoria, la victoria de la vida sobre la muerte, del amor sobre el odio; ciertamente ven la muerte de Jesús, pero entrevén su Resurrección; en el seno de la muerte ahora palpita la vida, pues en ella mora el amor».
Además, Benedicto XVI mantuvo un encuentro festivo con los jóvenes de esa ciudad y de la región en el que les alentó a vivir la vida plenamente, y no simplemente vegetar, según informa Zenit.
«Que la Sábana Santa sea de manera totalmente particular para vosotros una invitación a imprimir en vuestro espíritu el rostro del amor de Dios, para ser vosotros mismos, en vuestros ambientes, con los de vuestra edad, una expresión creíble del rostro de Cristo«, les ha dicho a los jóvenes que ha emplazado al agosto de 2011 en Madrid, donde tendrá lugar la próxima edición de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
«Deseo de corazón que ese acontecimiento extraordinario, en el que espero que podáis participar en gran número, contribuya a hacer crecer en cada uno el entusiasmo y la fidelidad en el seguimiento de Cristo y en la acogida con alegría de su mensaje, fuente de vida nueva», ha finalizado el pontífice.