La prostitución masculina tiene una demanda exclusivamente gay, segĆŗn un estudio realizado por Ćmbit Prevenció, una organización que trabaja en la prevención de enfermedades derivadas del ejercicio de esta profesión en Barcelona. Aunque los servicios sexuales masculinos tienden a dejar la calle y a hacerse mĆ”s āelitistasā, se detecta un aumento de esta actividad marginal callejera debido en gran parte al aumento de inmigrantes sin documentación, mientras proliferan pisos y saunas donde se practican estos servicios. Barcelona se sitĆŗa en primera lĆnea de la prostitución homosexual por la promoción que se hace en el extranjero de la capital catalana como āparaĆsoā gay.
SegĆŗn este estudio, las mujeres apenas recurren al sexo de pago con hombres y los prostitutos de la ciudad, en un 98 por ciento, trabajan para clientes gays o para hombres que buscan por un dĆa una relación homosexual. A diferencia de otros tiempos, la prostitución masculina gana adeptos entre un nivel sociocultural medio-alto y una media de edad que oscila entre los 35 y los 50 aƱos. āSu sexualidad es compleja y a veces morbosa. En la mayorĆa de los casos exigen un alto grado de entrega a los trabajadores del sexoā, constata el informe de Ćmbit Prevenció, que se realizó en el 2000 basĆ”ndose en decenas de entrevistas personales y que es el Ćŗnico que existe sobre la prostitución masculina en Barcelona.
Los āchaperosā, a la baja
A diferencia de lo que ocurre con las prostitutas, los hombres que prestan servicios sexuales a cambio de dinero no tienen una estructura estable en las calles. āEn la calle siempre habrĆ” contactos, pero en estos momentos no hay puntos fijos, como habĆa llegado a pasar hace tan sólo cuatro aƱosā, explica uno de los educadores de la organización que ha elaborado el informe. El experto, que visita diariamente a los trabajadores sexuales de la Ciudad Condal, asegura que los chaperos de toda la vida prĆ”cticamente han desaparecido de las calles y que la prostitución masculina tiende a ser un mundo cada vez āmenos marginalā.
A pesar de constatar que los prostitutos que trabajaban en puntos fijos de las calles tienden a desaparecer, el informe tambiĆ©n alerta de que hay un cierto incremento de la prostitución masculina marginal y callejera en determinadas zonas de Barcelona, sobre todo en Ciutat Vella y en las Ramblas. Jóvenes desarraigados, la mayorĆa inmigrantes ilegales, que rondan de bar en bar para encontrar clientela y un medio para sobrevivir.
Barcelona, la ciudad gay de Europa
El informe insiste en la sofisticación del ejercicio de la prostitución entre hombres y, ademĆ”s del incremento de saunas y pisos dedicados a esta actividad, bien sean particulares o regentados por un empresario, los trabajadores sexuales masculinos tambiĆ©n realizan sus contactos en sex shops y en locales de ambiente, aunque muchas veces estos contactos son gratuitos. Especialmente preocupante es el caso de Barcelona, donde los prostitutos se anuncian en la mayorĆa de diarios y revistas especializadas, que muestra un notable aumento de la prostitución masculina debido principalmenteĀ a la promoción, a veces incluso con el beneplĆ”cito institucional, que de la ciudad se hace como lugar de ocio turĆstico gay y que ya es reconocida en toda Europa.
El prototipo de prostituto de Barcelona es, segĆŗn Ćmbit Prevenció, el de un hombre joven que cuida su imagen, se hace tratamientos estĆ©ticos y va al gimnasio. āTener una buena imagen es bĆ”sico para conseguir clientesā, explica el educador consultado, que tambiĆ©n afirma que actualmente hay mucha competencia y que āestĆ”n gustando mucho los chicos de colorā. El 83 por ciento son menores de 30 aƱos y el 6 por ciento tienen menos de 20 aƱos. Sólo un 13 por ciento de los trabajadores sexuales se declara homosexual. Un 54 por ciento son bisexuales y el 33 por ciento heterosexuales.
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Es duro sobrevivir en Barcelona