El incremento de escenas de sexo en plena calle tiene indignada a una gran parte de la población de Sitges, en Cataluña. Cada vez se practica más cruising gay o “sexo en lugares públicos” en toda la ciudad, asegura un especial sobre turismo del portal Open News.
En esta población de la comarca del Garraf “se puede practicar el cruising (practicar sexo por sexo en lugares públicos, sin ningún tipo de compromiso) en cualquier parte de la ciudad”, dice el reclamo turístico de la web.
Los sitgetanos confirman que “a pesar de que esto siempre ha sucedido, ahora es más visible y por tanto molesto”. Las escenas de sexo, sobre todo entre homosexuales, se concentran de forma más visible durante las noches del fin de semana en las playas del tramo central del paseo marítimo y en algunas calas.
Política ‘rosa’ del Ayuntamiento
El fenómeno no es nuevo; ya en mayo del 2005 denunciábamos desde ForumLibertas.com que se practicaba en la cala Balmins de Sitges sexo a plena luz del día.
Además, desde hace un año aproximadamente, Sitges compite con Barcelona, el otro gran destino turístico de homosexuales de todo el mundo, para arrebatarle el liderazgo.
“Para nosotros el turismo gay es muy importante y estamos haciendo esfuerzos para recuperar este tipo de visitantes”, decía entonces el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Sitges, cuya política ‘rosa’ al parecer está dando sus frutos.
“Balneario gay de Europa”
Desde el Consistorio se intenta dar una imagen de normalidad y niegan que se produzcan estas prácticas sexuales, pero lo cierto es que Sitges se ha convertido, tal como informa Open News, en “el balneario gay de Europa”.
Allí se puede alternar, siguen diciendo desde la web, en pubs dedicados exclusivamente al público homosexual donde “es posible encontrar a todas horas dark rooms, cuartos oscuros en los que, con las luces apagadas, es posible encontrar musculosos cuerpos desnudos para agradar a los sentidos y aplacar el deseo”.
Por otra parte, el director de la agencia de viajes Rainbow y delegado de la revista ZERO en Cataluña, Carlos de Cires, también certifica que en Sitges se hace cruising.
En una charla para analizar el turismo gay en el Mediterráneo, De Cires aseguró que “hay buen cruising, el que consiste en convertir un espacio público en un lugar de citas, y el malo, el que supone practicar actos sexuales en público”.
La idea de potenciar un Mediterráneo gay se materializará, según anunció el director de Rainbow, en el hecho de que Barcelona, Sitges y las termas de La Garriga acogerán en mayo del próximo año un congreso mundial para analizar el turismo gay, un fenómeno que calificó de “creciente” por la cada vez mayor “visualización” de los colectivos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.