Un bebé prematuro que nació en Alemania el 25 de junio de 2009 con 275 gramos de peso se ha convertido en el neonato varón más pequeño del mundo que ha logrado sobrevivir, según información facilitada por la Universidad Médica de Gotinga (UMG), en el noroeste del país.
Tal como indicó el portavoz de esta universidad, Stefan Weller, el bebé nació en la vigésimo quinta semana de gestación y, tras seis meses en la unidad de cuidados intensivos, fue dado de alta en diciembre pasado con 3,7 kilos de peso.
Este hecho tiene una especial significación dado que, de acuerdo a la experiencia médica, los bebés prematuros que nacen con menos de 350 gramos de peso fallecen al poco tiempo de nacer.
El niño se ha convertido en el cuarto bebé del mundo que ha sobrevivido tras ser alumbrado con un peso tan bajo, y en el primero de sexo masculino. Las estadísticas indican que las posibilidades de supervivencia de los bebés prematuros son un 25 por ciento más altas en las niñas.
La universidad comunicó que la madre llegó en junio a la clínica universitaria por complicaciones en el embarazo. A pesar que los médicos intentaron retrasar el parto, este tuvo que practicarse mediante cesárea.
El bebé no tuvo complicaciones severas después del nacimiento. “Por suerte, no se produjeron en el niño complicaciones severas como por ejemplo derrames cerebrales o infecciones letales”, apuntó Seelinger.
Para favorecer su desarrollo motor y neurológico, el niño está siendo sometido a estimulación precoz y a controles médicos regulares.
Cabe resaltar el contraste entre este excepcional nacimiento prematuro y la situación creada en España tras la aprobación de la nueva ley del aborto, donde una mujer puede abortar por deseo propio al octavo mes incluso sin que haya motivos como posibles daños físicos.
De hecho, no tendrá ningún problema legal porque el aborto está despenalizado totalmente.