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Lo que necesitas conocer sobre san Benito y su medalla

Iglesia

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San Benito de Nursia no solo es una figura central en la historia del cristianismo, sino también uno de los pilares fundamentales de la civilización occidental. Aunque su legado ha sido marginado en muchos libros de historia modernos, su impacto en la Iglesia, Europa y el mundo es innegable. Y uno de los símbolos más potentes de su influencia espiritual es la Medalla de San Benito, un sacramental reconocido por su poderosa intercesión contra el mal.

¿Quién fue San Benito?

San Benito nació en el año 480 en Nursia, Italia, y es considerado el Padre del monacato occidental. Fundó la Orden Benedictina y escribió la famosa Regla de San Benito, que sirvió de base para muchas otras órdenes religiosas, como los Franciscanos y Dominicos. Su hermana gemela, Santa Escolástica, también dedicó su vida a Dios.

Los monasterios benedictinos fueron más que centros religiosos: fueron núcleos de cultura, educación y civilización. Muchas de las grandes ciudades de Europa crecieron alrededor de estos monasterios. Incluso nombres como “Munich” y “Monaco” derivan de palabras relacionadas con “monje”.

¿Qué es la Medalla de San Benito?

La Medalla de San Benito es un sacramental católico que simboliza protección espiritual y la lucha contra el mal. Su historia remonta al siglo XI cuando el futuro Papa León IX, entonces joven monje benedictino, fue curado milagrosamente tras tener una visión de San Benito sosteniendo una cruz luminosa. Años después, ya como Papa, diseñó una versión de la medalla con indulgencias especiales.

Sin embargo, fue el Papa Benedicto XIV quien solemnemente aprobó y recomendó su uso a los fieles en 1742.

La medalla actual, conocida como Medalla Jubilar, fue diseñada en 1880 por el monje Desiderius Lenz para conmemorar los 1400 años del nacimiento de San Benito.

Diseño y Simbolismo

En el anverso de la medalla aparece San Benito sosteniendo una cruz y su regla. A su lado se encuentra una copa envenenada y un cuervo, referencias a milagros donde fue salvado del envenenamiento gracias a la protección divina.

En el reverso, una cruz está rodeada por letras latinas con un fuerte significado espiritual:

  • C S S M L – N D S M D: Crux Sacra Sit Mihi Lux! Non Draco Sit Mihi Dux!
    (¡La Santa Cruz sea mi luz! ¡Que el demonio no sea mi guía!)

  • V R S N S M V – S M Q L I V B: Vade retro Satana! Nunquam suade mihi vana! Sunt mala quae libas. Ipse venena bibas!
    (¡Apártate, Satanás! No me sugieras cosas vanas. Es malo lo que me ofreces. Bebe tú mismo tu veneno!)

En la parte superior de la medalla se encuentra la palabra PAX (Paz), lema de la Orden Benedictina.

¿Para qué sirve la Medalla de San Benito?

La Iglesia Católica no considera la medalla como un amuleto ni una fuente de “suerte”, sino como un recordatorio tangible de la fe en Dios y de la intercesión poderosa de San Benito. Se le atribuyen gracias espirituales y protección contra el mal, especialmente cuando se bendice adecuadamente y se usa con fe.

Según Dom Guéranger, la medalla puede ser usada para:

  • Obtener paz interior y sanación espiritual.

  • Proteger contra enfermedades contagiosas.

  • Romper con maldiciones o influencias diabólicas.

  • Defenderse de tormentas, rayos y desastres naturales.

  • Acompañar en el momento de la muerte, buscando una “muerte feliz”.

  • Proteger a niños, madres embarazadas y animales enfermos.

Se puede llevar al cuello, en el rosario, en el llavero, en el coche, o incluso colocar en la estructura de una casa.

Cómo conseguir y bendecir una Medalla de San Benito

Cualquier sacerdote, obispo o diácono puede bendecir una medalla. Sin embargo, algunos fieles hacen peregrinaciones especiales para obtenerlas directamente de Norcia, lugar de nacimiento del santo.

Los monjes del Monasterio de San Benito en Norcia no solo ofrecen las medallas, sino también productos como cerveza artesanal (Birra Nursia) y CDs de cantos litúrgicos.

Fe, no superstición

Es crucial entender que la Medalla de San Benito no posee poder por sí misma. Su eficacia depende de la fe del portador y del respaldo de las oraciones de la Iglesia. Usarla como un talismán es una forma de superstición y, por tanto, contrario al propósito cristiano.

Como todo sacramental, la medalla sirve para acercarnos a Dios, recordarnos su presencia y motivarnos a vivir una vida de virtud. San Benito es un intercesor. Y su medalla es una herramienta poderosa, sí, pero solo cuando se utiliza con fe auténtica.

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