fbpx

Apóstoles de la esperanza (y III)

Como apuntĆ© en el artĆ­culo anterior, en la ā€œnueva realidadā€ habrĆ” lucha, como se ve y mĆ”s se verĆ”, empezando por la ascĆ©tica de no perder la fe, pues la confusión serĆ” generalizada (Mt 24,1-9). Hasta sentiremos perder nuestras intimidades y nuestros seres queridos. ā€œLos hermanos entregarĆ”n a sus hermanos (…), los padres a los hijos (…), los hijos matarĆ”n a sus padresā€¦ā€ (Mt 24,1-25; Mt 10,17-23; Lc 21,25-28; Mc 13,28-32; Mt 24,37-42). ā€œViene el PrĆ­ncipe de este mundoā€, nos avisa Jesucristo, y aclara: ā€œque en mĆ­ no tiene nadaā€ (Jn 14,30). Ā”SatanĆ”s camparĆ” a sus anchas!

EstÔ claro, pues, que no serÔ un proceso indoloro. Solo empezamos a experimentarlo. Todo buen médico sabe que una gangrena hay que cortarla no por la zona corroída y muerta, sino por la parte que se mantiene viva. Eso es lo que se dispone a hacer nuestro justo Juez, con todo su Amor en ristre. ArrancarÔ de cuajo las plantas podridas (Mt 13,24-36), y las salvables las podarÔ por lo sano (Jn 15,2). Ni mÔs ni menos que como el viñador poda los sarmientos de la vid que aún se mantiene redimible, con vistas a hacerla crecer mÔs, y así llegue a producir buenos frutos que posibiliten obtener el buen vino a servir en el Reino (Jn 15,1-8).

A la vista de este panorama, resulta profĆ©tico que el Papa Francisco, reflexionando sobre las parĆ”bolas del tesoro escondido y la de la perla que nos presentó la liturgia en un caluroso dĆ­a de este agosto (Mt 13,44-45), pidiera ā€œbuscadores incansables del Reino de los Cielosā€. En efecto, el cielo terrenal permanece resplandeciente azul turquesa para el santo audaz que sepa y ose mirar detrĆ”s con mirada inquisitiva y limpia. Ese cielo y no otro es el que nos renovarĆ” y redoblarĆ” la vida, despuĆ©s de ser conmocionado (Mt 24,15-29): ā€œpara que den mĆ”s frutoā€ (Jn 15,2). Porque esos nubarrones son y los han traĆ­do nuestras malas obras, haciĆ©ndoles el juego a los secuaces de SatanĆ”s.

Todos somos pecadores, eso es, culpables. Podridos o no, somos carne al fin, y carne que debemos llevar al Cielo tras la resurrección. Reconociendo nuestra inmundicia es como conseguiremos pedir perdón para renacer, como el Buen Ladrón, al que –tras su arrepentimiento- JesĆŗs prometió llevarse directo a la Vida eterna (Lc 23,43). Queramos o no, los hombres y las mujeres, mortales, vivimos tan dependientes que con el hĆ”lito de Dios revivimos Su fe y la hacemos nuestra.

Sin duda, si caminamos con el Eterno, pisamos sobre roca firme. Porque si las circunstancias son extraordinarias, tambiĆ©n lo serĆ” la asistencia divina. Como remarca san Pablo: ā€œDonde abundó el mal, sobreabundó la graciaā€ (Rom 5,20). Dios es el Justo. Dios es el Bien. Recita el tĆ­tulo del primer libro-entrevista del Papa Francisco: ā€œEl nombre de Dios es Misericordiaā€. Ese tĆ­tulo no es mĆ”s que una ratificación de la palabra que se inventó el PontĆ­fice sobre el proceder de Dios: ā€œā€˜misericordiando’, eso es, dando misericordiaā€. Ā”Un nuevo bergoglismo, como nos lanzó un dĆ­a! Ā”Un buen marchamo! (Aclaró el Papa que existe en latĆ­n ese gerundio ā€˜miserando’, que es intraducible al castellano. Tan es asĆ­ que Ć©l lo incorporó en el lema de su escudo papal, pues considera esa expresión como uno de los pilares de la fe cristiana).

ĀæQuĆ© es, para Dios, misericordiar? Vayamos a La Pinacoteca de la Oración, el canal de YouTube de mossĆØn Josep Maria Torras. En el cuadro ā€œPinceladas del Evangelio – ParĆ”bolas del Reino 5 – Una pequeƱa semillaā€ (minuto 3’16’’) uno siente renacer la alborada. Seguro que inspiraremos aires nuevos, puros y refrescantes. SĆŗbitamente reconfortados como el Buen Ladrón, nos convertiremos en lo que mossĆØn llama ā€œApóstoles de la Esperanzaā€, y asĆ­ serĆ” como cambiaremos el mundo. Nada nos serĆ” imposible (Cfr. Jn 15,1-8). Ā”Todo es posible para el que cree en Dios! (Cfr. Mt 17,20).

EstÔ claro, pues, que no serÔ un proceso indoloro. Solo empezamos a experimentarlo Clic para tuitear
Print Friendly, PDF & Email
ĀæTe ha gustado el artĆ­culo? AyĆŗdanos con 0,50€ para seguir haciendo noticias como esta
' Donar 0,50€

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no serÔ publicada.

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico vÔlida.