El Papa Francisco ha vuelto a poner el acento en el poder de la oración este 1 de marzo, primer domingo de Cuaresma. Durante el posterior rezo del Ángelus el Pontífice ha pedido la oración sobre otro de los temas recurrentes en los mensajes de su pontificado: los migrantes que deben huir de sus hogares forzados por las guerras.
El Obispo de Roma deseó a todos que el camino de la Cuaresma, que acaba de comenzar, sea rico en frutos de Espíritu y rico en obras de bien. En ese sentido, considera que la dura actualidad informativa, que nos muestra imágenes de personas expulsadas y que se ven obligadas a pedir refugio, nos obliga a pedir por ellos: “En estos días esta cuestión se ha vuelto muy fuerte: recemos por ellos”.
Los migrantes de la crisis en Siria
De nuevo Siria es la triste protagonista de la llamada del Papa en Cuaresma, debido a la violencia que vuelve a estar presente en la región, en este caso en Idlib, donde unos 950.000 desplazados huyen de los combates entre las fuerzas turcas, que apoyan a los rebeldes, y las tropas del ejército sirio, apoyadas por Rusia.
Esta situación a vuelto a provocar la enésima crisis migratoria del país, que acarrea una guerra inacabable.
Derivado de este problema, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha vuelto a amenazar con la posibilidad de que Turquía dejaría sus fronteras con Europa abiertas a decenas de miles de refugiados sirios.
Erdogan, ha vuelto a amenazar con la posibilidad de que Turquía dejaría sus fronteras con Europa abiertas a decenas de miles de refugiados sirios Share on XDe hecho, como materialización de esa amenaza, se ha registrado una nueva oleada de migrantes esta Cuaresma en la frontera entre Turquía y Grecia, con la llegada de al menos 2.000 personas, entre ellas mujeres y niños.
Por otro lado, el Comisario de la UE para la Inmigración, Margaritis Schinas, ha pedido a la Presidencia croata de la Unión Europea que convoque urgentemente una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros del Interior para discutir la situación en la frontera turca.
El domingo pasado, el Santo Padre en Bari, con ocasión del encuentro de Obispos sobre el tema «Mediterráneo frontera de paz», instó a los cristianos a ser «incansables constructores de paz» en el «Mare nostrum», desgarrado por las divisiones y desigualdades. Refiriéndose precisamente a las numerosas zonas que se encuentran frente al Mediterráneo, el Papa también habló de los numerosos «focos de inestabilidad y de guerra», tanto en el Oriente Medio como en varios Estados del norte de África, así como entre grupos étnicos y grupos religiosos.