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El crepúsculo de las ideologías (3)

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“Las tesis”. Final pág. 26 y entera pág. 27. Mejor reproducir exactamente estas dos páginas por su flagrante actualidad después de los lustros transcurridos desde 1964.

 

<< A lo largo de este magro estudio trato de analizar, con cierto sistematismo y rigor, un fenómeno complejo pero solitario: el crepúsculo de las ideologías. Todas y cada una de las líneas convergen en un punto focal. Los datos se complementan mutuamente y las razones se condicionan entre sí. Es un monopolio temático y una robinsónica monarquía conceptual. También imperan una sostenida unidad de intención y una sola fuerza impulsora. Lo marginal y accesorio cobra existencia y sentido por su enraizamiento en lo sustantivo y cimentador: la experiencia de un decaer de las ideologías. Y, sin embargo, la tesis central se desdobla en dos planos: el fáctico y el normativo. Se arranca de los hechos. Las ideologías son factores de tensión social; pero vivimos una coyuntura de apatía política y de relajamiento. Las ideologías son extremosas y pugnaces; pero asistimos a una amalgama liberal-socialista. Las ideologías son patéticas y míticas; pero la política y la vida se están racionalizando velozmente. Las ideologías están emparentadas con las creencias; pero las religiones se interiorizan y depuran. Las ideologías proliferan en los niveles culturales modestos y en las coyunturas económicas críticas; pero nos encontramos ante una era de fabuloso desarrollo material y cultural. Los hechos y las tendencias más acusadas del momento van contra el desenvolvimiento de las ideologías. Lo decisivo es que no decaen; es que la circunstancia les será cada vez menos propicia y que la evolución se presenta como irreversible.

 

     Estos son los hechos y la implícita previsión de futuro. Junto a ellos, que son lo dominante, se va configurando un fraternal elemento de carácter normativo: la lección de que conviene acelerar todo lo posible el proceso de sustitución de las ideologías por las ideas concretas que suministran la ética y las ciencias sociales. Esta deducción preceptiva tiene un respaldo empírico: si las ideologías están vinculadas a la tensión, al extremismo pugnaz y utópico, a la politización de la intimidad, al irracionalismo y al subdesarrollo, y si estas cinco situaciones son de signo negativo, ¿procede consolidar las corrientes ideológicas? La rotunda respuesta es no, y emana de la realidad tal como se manifiesta. Es un <<debe ser>> que emerge de <<lo que es>>. Es la mínima expresión de apriorismo y lo más parecido a una relación de causalidad.>>

 

Ahora bien por decirlo de algún modo: ¿Qué es una ideología y qué no es? ¿Quién acuñó el término? Consultando el diccionario de la RAE me quedo a dos velas. Consultando los índices temáticos de mis libros filosóficos también. En la siguiente entrega hablo de ello.

 

Nota. Por razones publicantes toda foto debe ser apaisada. La foto de todo libro es vertical. Si escaneo la portada de mi libro sobre un folio… ¡asunto zanjado!. Por razones prácticas añado el link de la entrega anterior que contiene el de la primera

 

El crepúsculo de las ideologías (2)

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