El gobierno de Francia planta cara a la pornografía con medidas reales. Francía intenta poner freno al acceso de los menores al contenido pornográfico.
Lo ha hecho con una ley firme, que exige que haya que verificar la edad de verdad, con DNI, para acceder a esas webs.
Y ante semejante osadía, ¡la industria del porno se ha enfadado! Las tres webs más grandes del planeta (sus nombres sobran) han reaccionado como niños caprichosos: han bloqueado todo su contenido en Francia, en protesta. ¡Nos atentan contra la libertad! dicen.
¿Libertad? Estamos hablando de niños. Niños que, de media, tienen su primer contacto con la pornografía a los 11 años. Hablamos de criaturas que apenas han dejado las muñecas y los dibujos animados. Esa es la atrocidad.
Nueva medida
Ahora que un gobierno tiene el coraje de hacer algo, aunque sea con métodos imperfectos, resulta que los dueños del negocio se ofenden. Si eso significa que han tenido que cerrar sus vídeos, aunque sea por ahora, ¡bendito sea el apagón del porno!
Pero no nos engañemos. Esta no es una victoria definitiva. Esas plataformas no han desaparecido. Sólo han reaccionado como hienas heridas, y están presionando y amenazando.
Están diciendo que la medida es «peligrosa», que se compromete la privacidad de los usuarios. La privacidad les importa un pimiento.
Lo que temen es lo otro, el dinero: que si un usuario tiene que registrarse con su documento de identidad, entonces dejará de entrar. ¡Perderán dinero!
Y ese es el verdadero motor de su rabia: la pérdida de ingresos. No patalean por la libertad sino por su negocio. Porque, no lo olvidemos, la pornografía es una adicción.
España y el porno
Y aquí en España, mientras tanto, nuestros gobernantes prefieren hablar de libertades «sexuales» y educación «afectivo-sexual» que, en todos casos, no es más que una manera encubierta de normalizar lo anormal.
Nuestros niños siguen accediendo a estas webs desde sus móviles, sus tabletas, sus ordenadores…
El apagón del porno en Francia es una llamada de atención. Los enemigos de esta batalla se retratan solos. Son los que aún tienen la desvergüenza de hablar de «derechos» cuando llevan décadas destruyendo a las personas desde dentro, generando adictos y destrozando personas y familias.
Y para quienes están escandalizados por esta ley, una pregunta: ¿En qué momento empezamos a pensar que proteger a un menor es menos importante que el derecho a ver pornografía sin identificarse?
¿En qué momento empezamos a pensar que proteger a un menor es menos importante que el derecho a ver pornografía sin identificarse? Compartir en X