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España en América: evangelizar, civilizar y compartir un destino

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Hoy quisiera recomendar un libro que aclara muchos malentendidos sobre nuestra historia: Imperiofobia y leyenda negra, de Elvira Roca Barea. En sus páginas, la autora recorre la historia de Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español, y desmonta muchos prejuicios que todavía pesan sobre España y su papel en América.

Porque, en efecto, lo que hicimos allí no fue una empresa de mera explotación, sino un proyecto civilizatorio y cultural. España no fue a América para saquear, sino para evangelizar, fundar hospitales, escuelas y universidades, y construir territorios españoles, no simples colonias. Las Indias no se concebían como posesiones extractivas, sino como reinos integrados en la Monarquía Hispánica, dotados de instituciones propias, leyes, universidades y representación. Por eso se llamaban virreinatos, no colonias.

Desde el primer momento, los españoles llevaron su fe, su lengua y su cultura, pero también su sangre: no hubo reparo en casarse con mujeres indígenas ni en promover el mestizaje. Esa apertura dio lugar a un fenómeno único en la historia: la creación de pueblos nuevos, fruto del encuentro, no de la segregación.

Además, la reflexión moral y jurídica sobre la conquista comenzó pronto. En la Escuela de Salamanca, con figuras como Francisco de Vitoria, Domingo de Soto o Bartolomé de las Casas, se debatió a fondo si la presencia española en América era legítima desde el punto de vista del derecho natural y de la justicia cristiana. Aquellos pensadores pusieron los cimientos del derecho internacional moderno, planteando preguntas éticas que ninguna otra potencia conquistadora se había hecho.

Con el paso del tiempo, se consolidó una labor inmensa: la de trasladar a América los valores cristianos y humanos que vertebraban la civilización europea. Se crearon universidades antes incluso que en muchas ciudades europeas, se legisló para proteger a los pueblos originarios y se fundaron instituciones que aún hoy perviven.

Más que una historia de dominio, la de España en América es una historia de mestizaje, de encuentro y de transmisión cultural. Comprenderla en su justa medida no es un acto de nostalgia, sino un ejercicio de memoria y justicia histórica.

Twitter: @lluciapou

Más que una historia de dominio, la de España en América es una historia de mestizaje, de encuentro y de transmisión cultural. Comprenderla en su justa medida no es un acto de nostalgia, sino un ejercicio de memoria y justicia Compartir en X

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