La prostitución entraña la cosificación máxima del cuerpo de la mujer y, por lo tanto, de ella misma. En ese sentido, la doctrina social de la Iglesia ha sido clara siempre al respecto: la dignidad de la mujer está fuera de toda duda y la pornografía atenta contra esa dignidad.
La sociedad relativista y materialista que vivimos ha desarrollado, sin embargo, un contexto en el que vivimos los objetos y consumimos a las personas, un caldo de cultivo excelente para la pornografía.
Es por eso que el movimiento feminista, incluso el más radical está virando de esa deriva y, cada vez más, alineándose con la propuesta y defensa de la dignidad del catolicismo.
En ese sentido, una de las iniciativas que recientemente ha criticado duramente la prostitución ha sido la iniciativa feminista Pictofem, que desarrolla un proyecto consistente en crear y difundir infografías de noticias feministas y sobre mujeres.
Esa última iniciativa consiste en dos infografías en las que se pueden leer argumentos en contra de la pornografía. La primera se titula Ā«Industrialización de la prostituciónĀ» y la segunda Ā«Prostitución y saludĀ».
Ā«La Ley prohíbe el proxenetismo, pero es fácil de esquivar: los proxenetas son empresarios hoteleros que alquilan habitaciones a las mujeres prostituidasĀ» o Ā«Ha incrementado la demanda de mujeres embarazadas. Tienen que dar Ā«servicioĀ» hasta dar a luzĀ». Esto puede provocar daños irreparables en el fetoĀ», son algunas de las afirmaciones que se pueden leer.
En otra infografía se afirma: Ā«5% afirma que lo ha elegido librementeĀ», Ā«+90% proviene del tráfico sexual. Cada año incorpora unas 500.000 nuevas esclavas sexualesĀ» o Ā«Son muy frecuentes los suicidios o los intentos y tienen 40 veces mayor riesgo de ser asesinadasĀ».
Una de las iniciativas que recientemente ha criticado duramente la prostitución ha sido la iniciativa feminista Pictofem, Clic para tuitear
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La VERDAD sobre nuestro cuerpo Santuario de Dios e Inviolable estĆ” permeando, por sus consecuencias, en esta sociedad tan edonista.