La Fundación DeClausura celebró este martes, 10 de junio, la ceremonia de entrega de los Premios DeClausura 2025.
El evento, que tuvo lugar en Madrid, se enmarca en la Jornada Pro Orantibus, coincidiendo con la Solemnidad de la Santísima Trinidad, día en que la Iglesia universal invita a orar por quienes dedican su vida a la contemplación.
La ceremonia se abrió con un momento de oración elevado por la música: Berta Caro interpretó con flauta travesera la antífona “O gloriosissimi”, compuesta por Santa Hildegarda de Bingen, mística benedictina y doctora de la Iglesia.
Un comienzo que ya anunciaba el tono de la jornada: agradecimiento, recogimiento y testimonio.
Agustín de Asís, secretario general de la Fundación DeClausura, presentó el trabajo de esta entidad laical que, desde hace años, se entrega a la noble misión de apoyar la vida contemplativa en España.
Las tres líneas de actuación de la Fundación —conocer, ayudar y orar— dan sentido a su labor al servicio de los monasterios y conventos, lugares donde se cultiva una fe viva, silenciosa y fecunda.
Uno de los momentos más emotivos de la tarde fue el homenaje al obispo emérito de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, distinguido con una mención de honor por su “fecundo amor por la vida contemplativa”.
Su impulso a nuevas fundaciones, su apoyo a iniciativas culturales y la apertura de la causa de beatificación de la joven carmelita descalza Belén de la Cruz dan testimonio de su compromiso.
El galardón fue recogido por Javier Pery, vicepostulador de dicha causa, quien recordó con fuerza que los monjes y monjas de clausura “nos enseñan el silencio necesario para escuchar a Dios”.
Categorías
En la categoría CONOCER, el Premio DeClausura 2025 fue otorgado al programa “Monasterios y conventos” de Radio María, dirigido por Leticia Casans.
Desde hace más de quince años, el programa ha abierto una ventana al mundo contemplativo, acercando a los oyentes la belleza escondida de la vida monástica. El jurado destacó la sensibilidad, dedicación y profesionalismo de Casans, así como su capacidad para tender puentes entre el claustro y el mundo exterior.
En la categoría AYUDAR, el reconocimiento fue para Claudia Hernández, coordinadora de la emblemática venta de dulces de conventos de clausura de Sevilla y su provincia. Esta iniciativa solidaria, que celebró su 40ª edición en 2024, reúne a más de 170 voluntarios y cuenta con el respaldo del Arzobispado y el Ayuntamiento de Sevilla. En el histórico Real Alcázar, los frutos del “ora et labora” de 21 comunidades encuentran acogida y apoyo económico, convirtiéndose en un signo tangible de comunión entre la ciudad y sus monjas.
Finalmente, el Premio ORAR fue concedido a las Agustinas del Monasterio de la Conversión, en Sotillo de la Adrada (Ávila).
En un año especialmente simbólico, tras la elección del primer Papa de espiritualidad agustiniana, la Fundación quiso reconocer la profundidad de vida contemplativa de esta comunidad, que transforma su oración en acogida, acompañamiento espiritual y formación para tantos laicos y religiosos que llegan hasta su hospedería en el Camino de Santiago. Madre Prado, presidenta de la Federación de la Conversión de San Agustín, expresó su gratitud afirmando el anhelo de la comunidad de “hacer de la vida contemplativa un camino transitable entre Dios y el hombre”.
La entrega de los Premios DeClausura 2025 no solo reconoce, sino que invita a mirar con reverencia el tesoro de la vida contemplativa. Un testimonio silencioso, muchas veces invisible, pero profundamente necesario para sostener el alma de la Iglesia y del mundo.