Trump ha aplazado hasta agosto el veto a Huawei. La decisión de Google de vetar en los terminales telefónicos de la compañía china la renovación del sistema operativo Android y el uso en el futuro de sus aplicaciones, había conmocionado al mundo tecnológico y económico, así como a los usuarios. No era para menos.
Huawei tiene en el mundo 360 millones de móviles. En los nuevos teléfonos no se iban a poder usar herramientas tan populares como Whatsapp o Google Maps.
El veto forma parte de la guerra comercial que mantiene la administración Trump con China.
La Comisión Europea ha dejado claro que los vetos no son la mejor solución. Tampoco lo es el proteccionismo. Pero no podemos ser ingenuos con la tecnología. De hecho, Bruselas ha puesto en marcha un plan para que el protagonismo de Huawei en el desarrollo de la nueva tecnología 5G no genere problemas de ciberseguridad. Antes de que Trump llegara a la Casa Blanca se inició una investigación para determinar si Huawei era el brazo tecnológico de Pekín y si estaba espiando para su Gobierno.