Finalmente Bolsonaro se ha hecho con la presidencia de la República, a partir de ahora Brasil se deslizará por la vía de un Gobierno nacionalista y populista, que aplicará mano de hierro contra la delincuencia. Es lo que la mayoría, 55% de los votantes brasileños, prefieren, pero no olvidemos que antes de que esto haya sucedido se ha producido el fracaso de todo un sistema incapaz de regenerarse.