La Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el 1 de enero de 2022, tendrĆ” como eje tres contextos de gran actualidad sobre los que reflexionar y actuar, segĆŗn lo que ha indicado el Papa Francisco. De ahĆ el tĆtulo: Ā«Educación, trabajo, diĆ”logo entre generaciones: herramientas para construir una paz duraderaĀ».
Asà es como el obispo de Roma quiere que la Iglesia responda a la pregunta, ¿cómo podemos construir hoy una paz duradera?
Tras la Ā«cultura del cuidadoĀ», un camino propuesto en 2021 para erradicar la cultura de la indiferencia, el descarte y la confrontación, a menudo imperante hoy en dĆa, para el próximo aƱo Francisco -segĆŗn ha anunciado en un comunicado el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral- propone una lectura innovadora que responda a las necesidades de los tiempos actuales y futuros.
La invitación a través de este tema es por tanto -como ya dijo el Papa en su Discurso a la Curia Romana con motivo de las felicitaciones de Navidad del 21 de diciembre de 2019- a leer los signos de los tiempos con los ojos de la fe, para que la dirección de este cambio despierte nuevas y viejas preguntas con las que es justo y necesario enfrentarse.
Asà pues, partiendo de los tres contextos identificados, podemos preguntarnos cómo pueden la educación y la formación construir una paz duradera. ¿El trabajo en el mundo responde mÔs o menos a las necesidades vitales de justicia y libertad del ser humano? Y por último, ¿son las generaciones realmente solidarias entre s� ¿Creen en el futuro? ¿En qué medida, el gobierno de las sociedades consigue fijar un horizonte de pacificación en este contexto?
La Jornada Mundial de la Paz fue establecida por el Papa Pablo VI en su mensaje de diciembre de 1967 y se celebró por primera vez en enero de 1968. En el trasfondo estaba la guerra de Vietnam y el llamamiento a un alto el fuego en el conflicto que se prolongaba desde 1955.