La Iglesia en Indonesia, un país de mayoría musulmana pero con una consistente presencia cristiana, se ha puesto manos a la obra tras el fin de la catástrofe y ha lanzado una campaña de recogida de fondos para hacer frente a la emergencia. Hay que poner en pie lo que se pueda y hacer una enorme labor de sensibilización para recordar a todos que hace falta ayuda y que va a seguir haciendo falta durante mucho tiempo, porque después de una catástrofe de este tipo hace falta reconstruir muchas más cosas que edificios e infraestructuras.