Aprovechando que el día 24 de marzo se cumplió el 215 aniversario del nacimiento de Mariano José de Larra y Sánchez de Castro (24 de marzo de 1809,13 de febrero 1837) me gustaría recordar la figura de unos de los grandes escritores de nuestra literatura, que tanto aportó al avance del pensamiento y a su gran inquietud por el desarrollo y la justicia en España.
Mariano José de Larra, Periodista, crítico satírico y literario, escritor costumbrista y político, publicó en prensa más de doscientos artículos, impulsando así el desarrollo del género ensayístico.
Larra es considerado junto a Espronceda, Bécquer, Zorrilla y Rosalía de Castro como el máximo exponente del Romanticismo literario en España.
El pensamiento de Larra tiene su origen en la Ilustración Española, de forma especial en José Cadalso, y se influenciaron en él la posterior generación del 98.
En el año 1901 tres de sus representantes José Martínez Ruiz “Azorín”, Miguel de Unamuno y Pio Baroja llevaron una corona de flores a su tumba, en homenaje e identificación de este grupo al pensamiento de Larra y su gran preocupación por España
La ilustración trajo la idea de que el conocimiento humano acabaría con la ignorancia, la superstición, la tiranía y por consiguiente se disfrutaría de un mundo mejor
La ilustración trajo la idea de que el conocimiento humano acabaría con la ignorancia, la superstición, la tiranía y por consiguiente se disfrutaría de un mundo mejor. La fuerza de la razón, la libertad, la igualdad, el progreso, la tolerancia, el gobierno constitucional y la separación de Iglesia y Estado, aparecen también en este período. Esta corriente tuvo una gran influencia en aspectos científicos, económicos, políticos y sociales, expandiéndose en la población por medio de pensadores, escritores que crearon nuevas formas de concebir la realidad y la vida.
En su obra, lo más representativo son sus artículos, y de los más conocidos: Vuelva usted mañana, ensayo costumbrista donde Larra narra “el mal español”: el atraso, la pereza y holgazanería, la falta de educación, la hipocresía, la vanidad y la ignorancia, imagen que se llevan nuestros vecinos europeos al visitarnos
En 1831 estrena una comedia costumbrista, No más mostrador.
En 1834 publicó la novela histórica, El doncel de don Enrique el Doliente.
En 1835 publica en Madrid una recopilación de sus artículos: Fígaro. Colección de artículos dramáticos, literarios, políticos y costumbristas. Posiblemente el artículo más transcendental fuera El día de los difuntos de 1836, publicado en el diario El Español; en este escrito a pesar de su frecuente sarcasmo brota una intensa consternación.
Las ideas liberales de Larra se plasman en sus artículos políticos en los que defiende el progreso y la tolerancia, y critica el conservadurismo y el absolutismo. Fue siempre un valedor pertinaz de la libertad.
De siempre me gustó este literato que, en su forma de escribir, hizo que las mentes de muchos españoles despertaran y siguieran sus consignas para el engrandecimiento de su país. No olvidemos nunca a este compatriota, agradeciéndole siempre sus aportaciones; que condujeron a esa libertad que disfrutamos y que jamás debería desaparecer.
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«Las ideas liberales de Larra se plasman en sus artículos políticos en los que defiende el progreso y la tolerancia, y critica el conservadurismo y el absolutismo. Fue siempre un valedor pertinaz de la libertad.»
Ideas liberales, progreso, tolerancia = libertad.
O sea, el zurdaje y derivados (lgbt, teoría crítica de la raza, ideología de género, blm, wokismo, ecologismo, animalismo, …), todos tan progres y tolerantes, no son tan originales. Larra se les adelantó.