Es verdaderamente inadmisible que en nuestra sociedad, la del progreso y supuestamente la de la educación y cultura, se observen en nuestros campos, en nuestros caminos, carreteras y autovías, la inmundicia esparcida y ni autoridades, ni ciudadanos nos concienciemos para poner fin a este tipo de atropello.
Echando un vistazo a Internet y a pesar de que, modestia aparte, sé perfectamente el significado de civismo, lo plasmo a continuación para que quede claro esta palabra y el significado profundo que posee.
El civismo (del latín civis, ciudadano y civitas, civitatis, ciudad) o urbanidad se refiere a la pautas mínimas de comportamiento social que nos permiten convivir en colectividad. El civismo nace de la relación del hombre con su localidad, nación y estado. Se basa en el respeto hacia el prójimo, el entorno natural y los objetos públicos; buena educación, urbanidad y cortesía. El término civismo tuvo su origen en la Revolución francesa.
Es muy necesario concienciar tanto en las familias como en los colegios, de la necesidad de mantener limpios nuestros campos y nuestras ciudades. Para que se cumpla este fin, es preciso que instituciones y autoridades, tomen carta en el asunto e inviertan en propaganda, y sobre todo en educación.
Sería bueno como se está haciendo en algunas provincias de nuestro país, por medio de agrupaciones y colectivos, estimular a los ciudadanos, familias completas con sus hijos, a salir al campo para hacer batidas de limpieza y de esta manera preservar y cuidar el medio ambiente.