En la Unión Europea (UE) hay conciencia de la importancia de dotar a los jóvenes de herramientas para comprender la actualidad y actuar con responsabilidad en las redes sociales. Y, de hecho, no faltan iniciativas más o menos ambiciosas. En un informe de 2016, el Observatorio Audiovisual Europeo identificó 547 proyectos en toda la UE relacionados con la alfabetización mediática.
El pasado marzo, un grupo de expertos convocado por la Comisión Europea para investigar las noticias falsas, propuso fomentar la educación de los ciudadanos. Y recomendó que se incorpore esta formación a los planes de estudio y a las mediciones que determinan los rankings escolares, especialmente PISA. Esto ya son palabras mayores, pero de momento no son normativas.