Los mártires cristianos ya no son devorados por fieras en las arenas de los circos romanos por fieras. En la actualidad, la arena es desplazada por el asfalto, y la arena por la intransigencia, el ocio y la coacción. En no pocos países, más cerca de lo que creemos, miles de cristianos, aún hoy, siguen siendo vejados, cuando no asesinados. Pese a todo, la luz de la fe continúa iluminando este mundo en blanco y negro, haciendo resplandecer la sangre derramada por amor al otro. SEGUIR LEYENDO
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