Por Pedro García
Las nuevas normas Euro 6.2 para los motores diésel hacen que estos sean incluso más limpios que los de gasolina. Resulta, por tanto, irresponsable demonizar a esta tecnología cuando no se puede prescindir de ella por las necesidades de transporte de la sociedad. Es impensable que el transporte y reparto de mercancías se haga con motores de gasolina. Elevaría los costes y, como consecuencia directa, el precio de todos los productos. Y a la movilidad eléctrica aún le faltan muchos años para ser eficaz