Mia Khalifa ha sido una actriz porno muy seguida en la industria que se deriva de esta práctica que daña al cerebro de quien lo consume (y al medio ambiente).
Ahora, la actriz se muestra arrepentida y ha denunciado el impacto que ha tenido su paso por el negocio del sexo virtual en su vida y en su estabilidad emocional.
Sus videos suman más de 800 millones de reproducciones, una cifra que contrasta con la suma que le pagaron por hacerlos: apenas 12.000 dólares. La industria del porno sabe hacer negocios y esconde la explotación de muchas de las personas que trabajan en ella.
En el caso de Mia Khalifa, aunque hizo porno durante tres meses, cuando tenía 21 años, según admite la propia ex actriz, el resto de su vida ha sido marcado por ese momento.
Ahora, con 27 años, esta chica ha denunciado públicamente que fue manipulada y sufrió numerosos abusos en su breve paso por la industria del porno con la productora BangBros.
Desde la red social de vídeos TikTok, Mia Khalifa ha compartido cómo afectan su vida los insultos, estigmatización e incluso amenazas de muerte recibidas. “Sé que podría ser fácil para ustedes decir ‘tuviste sexo en cámara, ¿cuál es el problema?’. Pero deben comprender el nivel de miedo que tiene una mujer cuando se siente impotente”.
Mia Khalifa, amenazada por extremistas musulmanes
Mia Khalifa nació el 10 de febrero de 1993 en Beirut, Líbano y se mudó con su familia a los Estados Unidos en enero de 2001.
Khalifa ha sido amenazada de muerte por grupos musulmanes extremistas como ISIS por haber protagonizado escenas sexuales en las que asumía roles de mujer musulmana.
En la última semana la iniciativa Justice for Mia Khalifa ha recogido más de un millón de firmas en una petición en change.org para que sus videos porno sean retirados de Pornhub, el portal pornográfico online más importante del mundo, y que BangBros, una productora pornográfica, le devuelva el dominio del sitio que lleva el nombre de ella.
“Aun si fracaso en la lucha por recuperar mi vida, no me detendré hasta que pueda proteger a chicas jóvenes de estos contratos predatorios”, ha afirmado la ex actriz.
Esta situación, que muestra la realidad de la industria pornográfica está sensibilizando incluso a las personas partidarias de esta actividad, que, contradictoriamente, piden un porno más ético. ¿Cómo una actividad cuyo fundamento agrede a la dignidad de la mujer puede ser ética?