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Francisco apela a la ciencia para salvar a los no nacidos

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En un prólogo conmovedor para el libro titulado El Milagro de la Vida, el Papa Francisco busca despertar en los lectores la maravilla, la alegría de cada ser humano al llegar al mundo y la defensa de los no nacidos. El sumo pontífice sugiere que la contemplación de la vida naciente revela su belleza y defiende el derecho más fundamental que todos compartimos: el derecho a existir. Destacando la importancia de cuidar, proteger y acoger el desarrollo natural de la vida, el Papa Francisco busca renovar la apreciación por el espectáculo de la naturaleza en su curso.

El Milagro de la Vida (Piemme) editado por Arnoldo Mosca Mondadori junto al científico Gabriele Semprebon y el escritor Luca Crippa tiene la intención de debatir más allá de las vallas ideológicas.

El Papa Francisco reconoce haber sentido la responsabilidad de abordar el tema del aborto en varias ocasiones. Basándose en su convicción personal y en línea con sus predecesores, considera que es deber de la Iglesia pronunciarse y aclarar estas cuestiones. Argumenta que no podemos conformarnos con soluciones provisionales, parciales o superficiales, ya que estamos hablando de la vida, el bien más preciado que hemos recibido como un regalo, según recoge Vatican News.

Con el fin de enfatizar la importancia de no dar por sentada la falta de derechos del embrión y de los no nacidos, el Papa Francisco ha utilizado palabras fuertes en sus declaraciones anteriores, que han generado sorpresa e incluso vergüenza. Ha señalado la «herida que tiene un precio muy alto para la propia mujer» y ha planteado la pregunta: «¿Es correcto matar una vida para resolver un problema?». Reconoce que este es un tema que requiere una gran competencia y rectitud por parte de todos, ya que implica sufrimiento, confusión y a menudo se acompaña de falta de conciencia.

El Papa Francisco enfatiza que su invitación al mundo para reflexionar sobre el aborto no se limita a las tradiciones religiosas o pensamientos particulares, sino que también incluye la valiosa contribución de la ciencia. Hace una llamada a un debate constructivo y sereno con sus hermanos, compartiendo la vasta y magnífica humanidad en su diversidad.

En el centro de este libro se encuentra la contribución de un científico especializado en embriología y activamente involucrado en comités mixtos de bioética. Junto con otros autores, acepta la invitación del Papa Francisco para abordar el tema del aborto desde la perspectiva del embrión, explorando su naturaleza, singularidad y cómo se enfrenta a las amenazas que pueden surgir en su camino hacia la existencia, guiado por los procesos evolutivos desarrollados durante milenios por la naturaleza.

El Papa Francisco destaca el llamamiento de los autores del libro para volver a maravillarse ante el nacimiento y los no nacidos. Renueva su llamada a aquellos que, frente a la vida por nacer, no optan por soluciones dramáticas y definitivas como el aborto, sino que sienten la responsabilidad de ofrecer ayuda tanto al niño por nacer como a la madre. Aboga por una sociedad comprometida en defender la dignidad de todos, especialmente de los más desprotegidos. E insta a una sociedad que rechace la «cultura del despilfarro» en todas las etapas de la existencia.

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2 Comentarios. Dejar nuevo

  • Ante todo, agradecerle al Papa Francisco sus palabras y su valentía frente a una cuestión que tanta gente ya no se cuestiona porque las leyes abortistas han establecido, bajo cobertura democrática, que abortar es un “derecho” de las mujeres, y punto.
    Pasar la ideología abortista por el tamiz de la racionalidad científica es muy acertado. Debería tener consecuencias tan beneficiosas como las que tuvo al disipar las ideologías racistas y desmantelar las estructuras de poder que las llevaban a la práctica.
    En el caso del aborto, sin embargo, cane temer que la razón científica no va a ser suficiente para contrarrestar las sinrazones de todo tipo que sustentan el “derecho” a abortar.
    El racismo fruto del supremacismo blanco tenía en su contra el hecho evidente de que un “negro” es tan humano y tan persona como un “blanco”, más allá de algunos rasgos físicos, entre los cuales el color de la piel. En el caso de un “no nacido” resulta dicha evidencia no existe y resulta muy fácil negarle no solo la categoría de persona, sino incluso la de ser humano. El poder abortista se basa precisamente en esta negación, y es a base de conceptuar al “·no nacido” como un “nadie y como un “producto” que ha conseguido que tanta gente perciba el aborto como una intervención médica que solo afecta al cuerpo de la embarazada. La mentalidad favorable al aborto se alimenta de ignorancia, prejuicios, supersticiones, estupideces, empoderamiento feminista, fanatismo, ética relativista, pseudo-progresismo, intereses económicos… es decir, de todo lo malo, peor y pésimo de que es capaz el ser humano, como tantas veces ha ocurrido en la historia de la humanidad, solo que en la actualidad creíamos que después de pasar la barbarie nazi y la comunista ya estábamos inmunizados. Pero no… La barbarie abortista está ahí, implantada, como si nada, en unas sociedades que se tienen por civilizadas, democráticas y celosas guardianas de los derechos humanos.
    Las palabras del Papa Francisco son las de una voz que clama en el desierto, pero por eso mismo tienen infinitamente más valor que todas las paparruchas abortistas en boca de mandatarios deshumanizados que buscan el aplauso y el voto de las masas alienadas.

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  • “Junto con otros autores, acepta la invitación del Papa Francisco para abordar el tema del aborto desde la perspectiva del embrión, explorando su naturaleza, singularidad y cómo se enfrenta a las amenazas que pueden surgir en su camino hacia la existencia, guiado por los procesos evolutivos desarrollados durante milenios por la naturaleza.”

    Quisiera señalar, a modo de crítica constructiva, una expresión que me ha chocado en esta frase:
    “su camino hacia la existencia”
    A mi entender, el embrión no va hacia la existencia, sino que ya existe, y existe plenamente viviendo su etapa de embrión, como vivirá la de feto, la de bebé, la de niño, etc. En todo caso, el embrión va de camino hacia el nacimiento. El hecho de que viva en el útero de su madre, no le quita la facultad de existir, igual que no se la quita a un bebé ya nacido el hecho de vivir en una incubadora.
    Cualquier persona, a cualquier edad, está siempre en camino, desde su concepción hasta su muerte. Embriones lo hemos sido todos y todos hemos existido como tales. También las personas que defienden el aborto y que les niegan a otras un derecho a la vida que a ellas les respetaron.

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