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Nuevo México protagoniza un nuevo frente de batalla contra el aborto en Estados Unidos

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La nueva línea de frente de la batalla por el aborto en los Estados Unidos se encuentra en el estado de Nuevo México, donde dos pueblos están dispuestos a prohibir el aborto a pesar de que sigue siendo legal en el estado después de que Roe vs. Wade fuera anulado por la Corte Suprema del país.

Los pueblos de Clovis y Hobbs ni siquiera tienen clínicas de aborto, pero son estratégicos para los objetivos del aborto, según sostienen activistas proabortistas, la razón: están cerca de la frontera con Texas, al este. Texas fue uno de los primeros estados en imponer una prohibición casi total del aborto y los proveedores de ese negocio ya no tienen nada que hacer allí.

El proveedor de abortos de Nuevo México sería el más cercano para la mayoría de mujeres de Texas cuando en la actualidad el abortorio más cercano se encuentra en Albuquerque, a unas cuatro horas en automóvil desde Clovis y cinco horas desde Hobbs.

Reuters informa que asistió a reuniones recientes de la comisión de la ciudad tanto en Clovis como en Hobbs, donde se avanzaron las ordenanzas contra el aborto.

Los pro vida esperan que otras ciudades sigan a Clovis y Hobbs para reducir enormemente los lugares donde todavía se realizan abortos, especialmente en otros estados controlados por los demócratas. Activistas pro aborto en Nuevo México ven con malos ojos que aparezca una nueva lucha en estos estados «azules».

Es probable que Clovis y Hobbs enfrenten desafíos legales, pero medidas similares han sobrevivido a juicios en Texas. Los votantes en Lubbock, Texas, que está cerca de la frontera con Nuevo México, prohibieron el aborto en 2021. Planned Parenthood no tuvo éxito en su desafío de la ordenanza de Lubbock, y su clínica en la ciudad de Texas dejó de realizar abortos incluso antes de que Roe cayera.

«Las fuerzas antiaborto, ahora que ya no necesitan prestar atención a Texas, Mississippi, Alabama y Luisiana, están comenzando a concentrarse en lo que yo llamo la ‘nueva frontera'», afirma Amy Hagstrom Miller, directora ejecutiva de una de las empresas más grandes del país que se lucran del aborto, Whole Woman’s Health.

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