Olivier Rey acaba de publicar un interesante y revelador libro sobre el transhumanismo, indispensable para entender este peligroso fenómeno. En una reciente entrevista en Le Figaro, el filósofo ha abordado la cuestión de abrir la fecundación in vitro a mujeres solas, negando así un padre a los niños concebidos a través de la PMA, que son las siglas francesas para este tipo de actuación.
Las palabras de Rey al respecto son dignas de ser tenidas en cuenta:
“En el caso de una mujer soltera o dos mujeres que nunca podrían tener un hijo, no hay nada «médico» en el procedimiento que se les ofrecerá y, por lo tanto, no hay discriminación alguna en el hecho de que el procedimiento en cuestión se ha reservado hasta ahora a un hombre y una mujer en edad de procrear y que padecen infertilidad.
Esto es lo que Comité consultivo nacional de ética dijo en 2005: «La PMA se ha destinado siempre a resolver un problema de esterilidad de origen médico y no a ayudar a una preferencia sexual o a una elección de vida sexual. La apertura de la PMA a la homoparentalidad o a las personas solteras abriría de hecho este recurso a cualquier persona que exprese su deseo y constituiría una injusta preeminencia del interés individual sobre el interés colectivo. La medicina simplemente se utilizaría para satisfacer un derecho individual a tener un niño.
En este asunto, la «igualdad» es solo un pretexto capcioso al servicio del progreso del individualismo, que llega a negar que sean necesarios un hombre y una mujer para tener un hijo.”