Por Jesús D Mez
Si bien es cierto que el Banco Central Europeo (BCE) no puede seguir subvencionando sin límite la economía europea, Mario Draghi incurre en una grave incoherencia cuando anuncia el final de los estímulos monetarios y de compra de deuda pública y, al mismo tiempo, rebaja las previsiones de crecimiento para el conjunto de la Unión Europea (UE).
No parece que sea oportuno volver a las restricciones, precisamente, cuando la mayoría de los indicadores avisan de que nos enfrentamos a un nuevo proceso de desaceleración económica mundial.