Por Xus D Madrid
Por aquellos días, me refiero a los del Mayo del 68, han pasado 50 años, aparecieron ya análisis y contrapuntos, algunos escritos por personas relevantes en el pensamiento y la sociología, como Edgar Morin, Paul Ricoeur, Raymond Aron o Alain Touraine. Jóvenes protagonistas de la revuelta ocupan ahora puestos de responsabilidad en la vida universitaria o política.
Al margen de valoraciones de fondo, las noticias que llegaban de París influyeron mucho en mi generación, jóvenes estudiantes de 18 años.
Venían en parte a completar sucesos de las universidades norteamericanas, en el contexto de la oposición a la guerra de Vietnam.
Antes que los eslóganes de La Sorbona, impactaron mucho los de Berkeley, como aquel grito de guerra lanzado por un líder estudiantil, en la génesis de movimiento contracultural que exaltaba la juventud frente a la vejez del sistema, aunque no faltase la inspiración de séniores como Herbert Marcuse.
Mario Savio, de origen italiano, se hizo famoso con su “distrust of over thirty”, desconfiad de los de más de treinta: eran momentos de crisis para quienes andaban por esa edad. En tiempos casi gramscianos, tenían fuerza aquellas batallas en Estados Unidos, repetidas hoy en el contexto de la presidencia de Donald Trump: la sumisión a los intereses del gran capital o de la industria bélica, la plenitud de los derechos de las minorías (entonces más la gente de color que la mujer), la exaltación del individuo frente a las coerciones institucionales, etc.