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¿Por qué la infecundidad española es de las más altas del mundo?

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¿Por qué la infecundidad en España es de las más altas del mundo cuando “más de la mitad de las mujeres que no han sido madres lo hubieran querido ser”?

Esta es la pregunta que plantea y a la que da respuesta un estudio del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona (CED-UAB), que analiza los resultados de la reciente Encuesta de Fecundidad elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

«En definitiva, el problema es que no se tienen los hijos que se quieren«, afirma Albert Esteve, investigador del CED y uno de los autores de ‘Los grandes porqués de la (in)fecundidad en España’, sobre el que se informaba el pasado 9 de mayo.

“La encuesta de fecundidad permite desvelar por primera vez las causas de esta maternidad deseada y no realizada”, añade Esteve.

Hasta los 15 años se consideran muy jóvenes y anteponen los estudios. Después, las causas tienen que ver con su situación laboral, económica, de pareja ideal, de salud, con su reloj biológico y con la falta de ayudas.

Como destaca el estudio, cabe recordar que “la esperanza de vida en España es de las más altas del mundo y su fecundidad de las más bajas”, e insistir en la paradoja que supone que la mayor parte de las mujeres que no han tenido hijos deseaban tenerlos.

 

infecundidad en España
El estudio de la UAB «permite desvelar las causas de esta maternidad deseada y no realizada»

El escenario de la fecundidad

El estudio recuerda que, desde los años 90, la fecundidad de las mujeres en edad reproductiva en España ha sido “inferior a los 1,5 hijos por mujer, situándose en 2017 en 1,3 hijos”, cuando la tasa de reposición es de 2,1.

“La baja fecundidad española va acompañada de una maternidad y paternidad muy tardías, fruto, en buena parte, de una emancipación igualmente retardada”, añade.

fecundidad en EspañaAdemás, “tras la baja fecundidad de las españolas existe una elevada infecundidad”, es decir mujeres que no han sido madres, subrayan los responsables del estudio.

Una representación de esta realidad la ofrece este gráfico, reproducido a partir del estudio, que muestra la distribución de mujeres por edad y número de hijos en el momento de la encuesta

En el gráfico se puede ver cómo “la proporción de mujeres sin hijos disminuye rápidamente con la edad hasta los 40 años”.

Así, del 95% de mujeres menores de 25 años sin hijos, se pasa al 70% entre los 25 y 29 años. Pero, entre los 30 y los 34, más de la mitad de las mujeres no han sido madres (52%), cita el estudio. Y entre los 35 y los 39 ese porcentaje se sitúa en el 28%.

Además, entre los 40 y los 49 años sigue habiendo casi un 20% de mujeres que no han tenido ningún hijo.

“En su conjunto, los datos corroboran la edad tardía al primer hijo, con un 52% de mujeres de 30 a 34 años sin hijos (un 54,9% entre las españolas y un 38,4% entre las extranjeras), y unos elevados niveles de infecundidad, con un 19% mujeres sin hijos a partir de los 40”, resume el estudio.

Entre la “fecundidad deseada” y la realidad

El escenario real de la fecundidad en España contrasta con otro bien diferente, el de la “fecundidad deseada”.

Como se indica en el estudio, “la fecundidad observada y la deseada no suelen coincidir. […] Mientras la fecundidad ha bajado, el número de hijos deseado se ha mantenido estable en las últimas décadas en Europa, en torno a los 2 hijos por mujer”.

fecundidad deseadaAl mismo tiempo, “el porcentaje de población adulta joven que indica que, en su ideal de familia, no cabe el tener hijos, se sitúa por debajo del 5% en los países europeos según los datos de los últimos Eurobarómetros”, añade el informe.

En este otro gráfico se puede ver la fecundidad deseada, es decir el número de hijos que querrían tener, entre las mujeres que no tienen hijos ni están embarazadas.

Ante este gráfico, el estudio llega a dos conclusiones importantes. “La primera es que, con independencia de su edad, la mayoría de mujeres sin hijos querría o hubiera querido ser madre en algún momento de su vida”.

Antes de los 25 años, con un 96% de mujeres que no tienen hijos, un 28% no se plantea tenerlos, mientras que un 5% querría tener uno y un 67% querría tener dos o más.

“Entre las mujeres jóvenes de 25 a 29 años que no son madres (79%), un 21% no quiere tener hijos y más del 70% quieren tener dos o más hijos”, añade el estudio.

“A edades más avanzadas, y conforme disminuye el porcentaje de mujeres sin hijos, el peso de las mujeres que no quieren tener hijos aumenta”, pero entre los 30 y los 39 años se mantiene entre el 20 y el 25%.

Asimismo, el deseo de tener un hijo se mueve en estas edades entre el 11% y el 20%; y el de tener dos hijos o más, entre el 68% y el 54%, respectivamente.

“La segunda conclusión es que entre las mujeres sin hijos que han superado los 40 años y, por tanto, tienen escaso recorrido para recuperar la fecundidad, una mayoría de ellas hubiera querido tenerlos.”, afirman los responsables del estudio.

fecundidad
La fecundidad ha descendido, pero el número de hijos deseado se ha mantenido estable en torno a los 2 hijos por mujer

“Para las mujeres de 45 a 49 años, las nacidas entre 1969 y 1973, solo un 46% no quería tener hijos. Un 39% hubiera querido tener dos o más y un 14%, uno solo”, añade.

“Si las mujeres sin hijos (19% del total) de esa generación hubieran tenido los hijos que deseaban, su infecundidad hubiera sido del 8,7%, menos de la mitad del porcentaje observado”, concluye el estudio en este apartado.

Otra cuestión que se plantea es “¿cuál hubiera sido la descendencia final de esa generación de mujeres si el 54% de mujeres que quiso ser madre, y no lo fue, hubiera tenido los hijos que deseaba?”

La respuesta, 1,8 hijos por mujer, 0,2 hijos superior a la observada, y mucho más cerca de la tasa de reposición.

Las causas de la infecundidad

causas de infecundidadAnte este escenario, el estudio analiza “los grandes porqués de la infecundidad” en España y los clasifica en seis grandes grupos, como muestra este último gráfico.

Estas son las seis causas de la infecundidad: no quiero ser madre; quiero, pero soy demasiado joven; quiero, pero no tengo pareja; quiero, pero no puedo por dificultades económicas, conciliación laboral-familiar; quiero, pero no puedo por problemas de fertilidad, salud; otras razones.

“Entre las mujeres menores de 25 años, […] la mayoría no contemplan la maternidad porque ‘no toca’ (74%), ya sea porque se ven demasiado jóvenes para ser madres o porque creen incompatible la maternidad y los estudios”, señala el estudio.

“Un 11% declara que no quiere ser madre y menos del 14%, razones relacionadas con la pareja, con el mercado de trabajo o con la vivienda”, añade.

Entre los 25 y los 29 años, el porcentaje de las que no quieren tener hijos se sitúa por debajo del 12%, mientras “la juventud y los estudios representan ahora el 44% de los motivos para no serlo”. Los argumentos relacionados con la pareja representan el 12% y los motivos laborales o económicos el 29%.

El porcentaje de mujeres que no quiere tener hijos es algo mayor entre los 30 y los 34 años (18%), y el de aquellas que se consideran demasiado jóvenes cae hasta el 15%.

“Una de cada cinco mujeres sin hijos aduce temas relacionados con la pareja, pero son las motivaciones económicas, laborales y de conciliación las que alcanzan más importancia (36%)”, detalla el informe. Por su parte, un 8% aduce motivos de salud.

Entre los 35 y los 39, un 22% no quiere ser madre; un 25% quiere, pero no tiene pareja; las dificultades económicas o de conciliación familiar-laboral representan el 21%; y las que quieren, pero no pueden por problemas de fertilidad o salud, el 17%.

A partir de los 40 años, las razones por las que no se tienen hijos se estabilizan. La realidad y el deseo se armonizan, aumentando considerablemente el porcentaje de mujeres que no quiere ser madre y llegando al 33% del total en el grupo de edad 45-49, triplicando así el que se registraba a los 25-29 años”, señala el estudio.

Al final de la etapa reproductiva, los escollos del reloj biológico entran en acción; y, también, “a partir de los 40, el 25% de las mujeres declara motivos de salud para no ser madre”, concluye el estudio en relación a este gráfico.

fecundidad
La inercia institucional anclada en el pasado supone un freno para el deseo de las mujeres de ser madres

Entre las conclusiones, faltan ayudas

El estudio vuelve a insistir en sus conclusiones en que “de haberse materializado sus aspiraciones reproductivas, la descendencia final de esta generación (la nacida entre 1969 y 1073) hubiera estado por encima de los 1,8 hijos por mujer”.

“Las desigualdades de oportunidades en relación con la fecundidad se juegan entre los 25 y 39 años. Las políticas públicas deberían priorizar esta franja de edad en sus actuaciones por el protagonismo que adquieren las razones de índole laboral y económico”, advierten Albert Esteve y Rocío Treviño, los investigadores del CED-UAB que han elaborado el análisis.

Consideran que “la inercia institucional anclada en el pasado supone un freno tanto para la satisfacción de los deseos de las mujeres como para el conjunto de la sociedad”.

“Esta fecundidad insatisfecha, en un país líder en el ranking de las más bajas fecundidades mundiales y, sobre todo, la naturaleza de las motivaciones esgrimidas y su efecto acumulativo a lo largo del ciclo reproductivo, deberían constituir un llamamiento a la actuación de las políticas públicas”, concluye el estudio.

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • En definitiva: todo son pretextos para no ser madres o padres.

    Primero, no sé tienen; después, se busca el pretexto.

    Los perros y los gatos no van a pagar las pensiones de las mujeres. Sí el novio o el marido no quieren, no sexo, y ya seréis como acceden, pero ofreciendo al marido una seguridad de no ser tratado como un perro.

    Tal y como se están poniendo las cosas, las SUPUESTAS defensoras de las mujeres (feministas), sacarán leyes y normas que a los hombres nos van a echar de los trabajos por el mero hecho de ser varones (incluido les va a salpicar, cómo no, a los hombres homosexuales).

    Responder

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